(ZENIT Noticias / Washington, 03.07.2023).- El Tribunal Supremo de los Estados Unidos dictaminó el 30 de junio que la Primera Enmienda prohíbe al gobierno obligar a los propietarios de negocios a decir cosas que contradicen sus creencias. El caso «303 Creative contra Elenis» trataba de una diseñadora de páginas web llamada Lorie Smith cuyas creencias religiosas le impiden crear páginas web que celebren bodas entre personas del mismo sexo. Cuando el gobierno de Colorado le dijo que tenía que hacerlo, o de lo contrario sería culpable de discriminación, presentó una demanda en defensa de su derecho a la libertad de expresión. El Tribunal Supremo ha reivindicado ahora ese derecho.
«Este caso nunca tuvo que ver con la discriminación. Se trataba de un desacuerdo moral», dijo el Cardenal Timothy Dolan, de Nueva York, presidente del Comité para la Libertad Religiosa de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB). «El gobierno debe permitir que la gente discrepe en cuestiones candentes. Es aún más importante cuando la persona que discrepa tiene una opinión impopular».
El Cardenal Dolan señaló cómo se relaciona la decisión con los ministerios caritativos de la Iglesia católica. «La Sra. Smith está perfectamente dispuesta a diseñar otro tipo de páginas web para clientes atraídos por personas del mismo sexo. Del mismo modo, los ministerios de la Iglesia proporcionan bienes y atención amorosa a todos los que necesitan ayuda directa, sin hacer preguntas. Los problemas sólo surgen cuando el gobierno intenta obligarnos a apoyar, con nuestras palabras o acciones, un comportamiento que creemos que está mal».
Junto con otros grupos religiosos, la USCCB presentó un escrito amicus en apoyo de Lorie Smith, disponible aquí.
