(ZENIT Noticias / Roma, 08.07.2024).- El Papa Francisco ha instado a las instituciones académicas eclesiásticas a promover una cultura del diálogo, una tarea que se ha convertido en un imperativo en el contexto actual. En esta entrevista al P. José Enrique Oyarzún, LC, Rector del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, exploramos cómo una institución académica, ubicada en Roma, responde a este llamado y pone en práctica esta visión.
Pregunta: Gracias por esta entrevista. Empezaremos con una pregunta general, pero fundamental: ¿Cuál es la misión principal del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum en el contexto actual?
Rector: La misión principal del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum es formar a nuestros estudiantes no solo en conocimientos académicos, sino también en valores humanos y espirituales. Buscamos ser una casa donde se busca la verdad, un lugar que fomente la capacidad del ser humano para conocer y reconocer lo que da sentido a su vida y a su entorno. Además, como parte de la red de universidades de la Legión de Cristo y del Movimiento Regnum Christi (RIU), colaboramos activamente en la tarea evangelizadora. Nuestra misión específica es formar apóstoles, líderes cristianos, clérigos y laicos al servicio de la Iglesia, creando corrientes culturales de pensamiento cristiano que respondan a los interrogantes teóricos y existenciales del hombre, en plena comunión con el Magisterio de la Iglesia. Así, buscamos imbuir de espíritu cristiano la sociedad.
Pregunta: En su misión, usted menciona la búsqueda de la verdad. ¿Cómo se integra la cultura del diálogo en esta búsqueda?
Rector: La cultura del diálogo es fundamental para nuestra misión. Como lo señala la constitución Veritatis Gaudium, el diálogo no es simplemente una táctica, sino una necesidad intrínseca para vivir y experimentar comunitariamente la alegría de la verdad. En nuestro Ateneo, el diálogo se entiende como un encuentro basado en el respeto mutuo, la escucha atenta y la apertura a la verdad, lo cual permite compartir experiencias y perspectivas diversas.
Pregunta: En la tradición cultural occidental, el diálogo siempre ha estado presente como un medio para buscar la verdad. ¿Cómo se refleja esto en la historia y metodología de la universidad?
Rector: Efectivamente, el diálogo ha sido una parte esencial de la tradición cultural occidental. Desde los diálogos de Platón hasta las Quaestiones Disputatae en la Edad Media, el intercambio de ideas y opiniones ha sido fundamental para la experiencia universitaria. Las Quaestiones Disputatae, en particular, eran debates académicos donde se examinaban distintas cuestiones desde múltiples ángulos, promoviendo una búsqueda conjunta de la verdad. Esta metodología histórica debe inspirar nuestra práctica actual, fomentando un ambiente donde el diálogo riguroso y respetuoso es central en la formación académica.
Pregunta: ¿Podría darnos ejemplos concretos de cómo se fomenta esta cultura del diálogo en el Ateneo?
Rector: Claro. Fomentamos la cultura del diálogo de varias maneras. Organizamos seminarios y conferencias donde se abordan temas desde múltiples perspectivas, promoviendo la discusión abierta y respetuosa entre estudiantes y profesores. También estamos preparando programas específicos de formación en habilidades de comunicación y mediación, que son esenciales para un diálogo efectivo. Además, fomentamos el intercambio académico con otras universidades eclesiásticas y seculares.
Pregunta: ¿Cuál es el papel de la identidad católica del Ateneo en este diálogo?
Rector: Nuestra identidad católica es central en todo lo que hacemos. Como instituciones católicas, somos parte de una comunidad creyente con una rica tradición de conocimiento y experiencia ética que, seguramente, es un bien para la humanidad. Dicha identidad no implica imponer una convicción a otros, sino más bien presentarla de manera convincente como un bien para cada persona y para la humanidad. En este enfoque, se busca entender las perspectivas de otras personas y fomentar un diálogo respetuoso y enriquecedor. La apertura al encuentro con otras convicciones es parte integral de la tradición católica, que valora la interculturalidad y el respeto mutuo.
Pregunta: Hablando de respeto y empatía, ¿cómo se inculcan estos valores en los estudiantes?
Rector: Inculcamos estos valores a través de la educación integral que ofrecemos. Esto incluye no solo el currículo académico, sino también actividades extracurriculares y comunitarias que promueven la empatía y el respeto. Los estudiantes participan en proyectos de servicio social, donde aprenden a ponerse en el lugar del otro y a comprender sus necesidades y preocupaciones. Además, en nuestras clases y talleres, se enfatiza la importancia de la escucha atenta y del respeto mutuo en todas las interacciones.
Pregunta: ¿Cómo asegura el Ateneo que el diálogo se mantenga constructivo y no se convierta en un mero intercambio de opiniones sin profundidad?
Rector: Para asegurar que el diálogo sea constructivo, promovemos un enfoque riguroso y científico en la formulación de problemas y argumentos, que salvaguarda el respeto a la persona del otro. Fomentamos el pensamiento crítico y la capacidad de cuestionar prejuicios, siempre con el objetivo de alcanzar una comprensión más profunda de la realidad. Además, establecemos un marco de respeto y transparencia, donde se valora la identidad de cada interlocutor y se evita el atrincheramiento en posturas inflexibles.
Pregunta: ¿Cuáles son los desafíos más grandes que enfrenta el Ateneo en la promoción de esta cultura del diálogo?
Rector: Uno de los desafíos más grandes es el contexto social y cultural actual, donde a menudo prevalece la polarización y la falta de disposición para escuchar al otro. También enfrentamos el desafío del relativismo, que puede llevar a la idea de que todas las opiniones son igualmente válidas sin un examen crítico. Además, existe una cierta cultura de la susceptibilidad, donde las personas pueden sentirse ofendidas fácilmente, lo cual dificulta el intercambio abierto de ideas; pero también una grande facilidad para ofender a otros, especialmente a través de las redes sociales. Sin embargo, vemos estos desafíos como oportunidades para crecer y fortalecer nuestro compromiso con el diálogo. Nos esforzamos por crear un ambiente donde todos se sientan valorados y escuchados, y donde se busque la objetividad con base en argumentos bien formulados.
Pregunta: Para concluir, ¿qué mensaje le gustaría dar a otras instituciones educativas sobre la importancia del diálogo?
Rector: Más que un mensaje, quisiera compartir lo que estamos haciendo concretamente en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum para promover el diálogo. Estamos trabajando activamente en procesos de colaboración con otras instituciones académicas de Roma que forman parte de la Conferencia de Rectores de Universidades e Instituciones Pontificias Romanas (CRUIPRO). Estas sinergias se traducen en colaboraciones en diversos ámbitos, como la creación de algunos diplomas conjuntos, los acuerdos para la movilidad de estudiantes, etc.. Además, fomentamos el diálogo con instituciones no eclesiásticas, colaborando activamente con las universidades de la Red de Universidades de la Legión de Cristo y del Regnum Christi (RIU). Estas iniciativas son ejemplos concretos de cómo el diálogo puede enriquecer la vida académica y contribuir a la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
Pregunta: Muchas gracias, Rector, por compartir su visión y experiencias con nosotros. Ha sido una conversación muy enriquecedora.
Rector: Gracias a ustedes. Ha sido un placer.
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