(ZENIT – 22 marzo 2019).- Este miércoles 20 de marzo, en la Arquidiócesis Primada de México se llevó a cabo la presentación, ante los medios de comunicación, del Equipo Interdisciplinario de Atención a Víctimas, creado en virtud de los señalamientos que en materia de abusos sexuales ha hecho el Papa Francisco; de las disposiciones establecidas por la Conferencia del Episcopado Mexicano, y de la política de “cero tolerancia” impulsada por el Arzobispo de México, Cardenal Carlos Aguiar Retes.
El Equipo Interdisciplinario está integrado por el padre Andrés Luis García, encargado del Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de México; la psicóloga Zaira Noemí Rosales, directora del Departamento de Protección a Menores; el padre Manuel Corral, Secretario para las Relaciones Institucionales de la Arquidiócesis Primada de México; Marilú Esponda, directora de Comunicación Social, y Joaquín Aguilar, director de SNAP-México, una red internacional de apoyo a víctimas de abuso sexual.
Dijo que con la creación de este equipo se ha abierto un canal para que la víctima de abuso sexual, o quien detecte una situación irregular, pueda dar parte de la situación, estableciendo contacto, vía telefónica o por correo electrónico, con la licenciada Zaira Noemí Rosales, encargada del Departamento de Atención a Víctimas del arzobispado.
Marilú Esponda explicó que este instrumento de protección a víctimas al interior de la Arquidiócesis es el primer paso de una estrategia más amplia, en la que se pretende, mediante campañas de prevención y otras acciones, crear ambientes de protección a menores en los diversos círculos sociales, pues el delito de abuso sexual de ninguna manera es privativo de la Iglesia, sino que se trata de un fenómeno que se puede dar en cualquier núcleo de la sociedad.
Aseguró que la conformación de este Equipo Interdisciplinario pudo darse gracias a acciones realizadas en años anteriores. “Una cosa que me gustaría destacar es que la Arquidiócesis de México fue la primera (diócesis) en tener protocolos de atención a víctimas, con monseñor Jorge Estrada al frente de un esfuerzo que se llevó a cabo desde años atrás. Hoy aquellas acciones tienen resultados”.
En su turno, Joaquín Aguilar, como representante de las víctimas, externó que, si bien históricamente les ha sido complicado abrir canales de comunicación con la Arquidiócesis de México, hoy la Iglesia ha dado los primeros pasos para la reparación integral del daño, como el impulso a las sanciones para los responsables, la prevención del delito y la atención a las víctimas. “No es fácil; requiere de mucho camino, pero quiero resaltar que este equipo es de los pocos que pretende trabajar muy bien, por eso me incorporé”.
Señaló que algo de lo más complicado cuando se suscita un caso de abuso sexual, es el trabajo con las víctimas, pues muchas se niegan a denunciar, en gran medida porque el procedimiento médico es muy agresivo. “Se tiene que hacer, pero no deja de ser agresivo… Respecto a la reparación (económica) del daño; todos tenemos derecho a ésta como víctimas, pero es la autoridad la que determina de cuánto es, bajo previo estudio”.
Por su parte, el padre Manuel Corral dejó en claro que de los 15 casos de sacerdotes que causaron baja de la Arquidiócesis por comportamientos indebidos –mismos que fueron citados tiempo atrás por el Cardenal Rivera Carrera–, sólo seis fueron por acciones relacionadas con abuso sexual; mientras que los otros 11 tuvieron que ver con la comisión de otro tipo de actos, penados más bien con sanciones canónicas, como revelar el secreto de confesión, por temas relacionados con el consumo de drogas u otros.
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