Hoy nos hemos enterado del fallo de la Corte de Apelaciones por el que condena a la Iglesia Católica chilena a indemnizarnos por delitos civiles de encubrimiento de los abusos cometidos por el exsacerdote Karadima. El delito es por hecho propio del Arzobispado de Santiago dirigida por los cardenales Errázuriz y Ezzati, ambos hoy perseguidos por encubrimiento y por mentir en juicios.
Según la Corte de Apelaciones, ha quedado demostrado que el Arzobispado “ha sido negligente en su proceder en términos tales que pueden ser calificados como propios de un encubrimiento que da origen a la configuración de un ilícito civil”. Esto a pesar de haber alegado que no podían ser demandados por no existir como persona jurídica o porque los delitos estaban prescritos. Hoy el Estado de Chile deja claro que todas las instituciones son garantes de los derechos de los ciudadanos. Que nadie, por poderoso que sea, puede abusar y encubrir abusos sexuales de manera impune.
Es un hecho importante no solo por nosotros sino por las cientos o miles de víctimas de abuso por parte de sacerdotes y religiosos que han sufrido la falta de justicia, la revictimización, el abandono, la traición a su compromiso original de cuidado y acompañamiento.
Si bien no es un motivo de alegría, sí estamos conformes. Ha sido un largo tiempo, más de 20 años, en los que de distintas maneras hemos buscado justicia y reparación. No tanto por nosotros, sino porque sabemos que la justicia es la única manera de garantizar que este tipo de crímenes no vuelvan a ocurrir. Y si vuelven a ocurrir, no quedarán impunes.
Aprovechamos de agradecer el apoyo, en todos estos años, de nuestras familias. Pero también a los medios de comunicación que han sido caja de resonancia de tantas personas que han sido víctimas. Esa voz ha logrado cambiar conceptos culturales hasta hacer inaceptables hoy abusos que antes eran considerados normales. Queremos agradecer también las voces de apoyo de cientos de ciudadanos que, por diversas razones, nos han animado a seguir adelante en este proceso de buscar justicia.
Queremos agradecer también a Don Celestino Aós, nuevo administrador apostólico de Santiago, porque acaban de comunicar que no apelarán la sentencia. Confiamos en que vienen nuevos aires a la iglesia de Santiago.
En particular reconocemos y agradecemos la fuerza y valentía que han tenido las víctimas de abuso sexual en contextos clericales. Ningún cambio habría sido posible sin esa fuerza.
Por último, queremos agradecer a muchas personas dentro de la Iglesia, que nos han apoyado y animado a seguir adelante. Creyentes que están seguros de que la vocación de la Iglesia consiste en estar con las víctimas y ya no más, con los abusadores y encubridores. Esperamos que esto se transforme en un nunca más. Queda camino por recorrer, pero esto es un paso importante pensando en la justicia para las víctimas y en la protección de los niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables.
Juan Carlos Cruz Chellew
James Hamilton Sánchez
José Andrés Murillo Urrutia
Las 3 víctimas de abusos por parte de Karadima © Fundación para la Confianza
Víctimas de Karadima: "Confiamos en que vienen nuevos aires a la iglesia de Santiago"
Comunicado sobre fallo de la Corte de Apelaciones