Veintinueve misioneros católicos asesinados en 2003

Entre ellos, cuatro laicos; Colombia el país más castigado

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CIUDAD DEL VATICANO, 1 enero 2004 (ZENIT.org).- En el año 2003, al menos 29 católicos (un arzobispo, sacerdotes, religiosos y laicos) han sido asesinados en el ejercicio de su labor misionera, según ha revelado Fides, la agencia misionera de la Santa Sede.

Los dos últimos fallecidos han sido el padre alemán Anton Probst, religioso de los Misioneros Hijos del Corazón Inmaculado de María, asesinado el 24 de diciembre en el noviciado de Akono (Camerún) y el arzobispo irlandés Michael Courtney, nuncio apostólico en Burundi, víctima de una emboscada el 28 de diciembre.

Los caídos en misión en este año son cuatro más que en 2002 y cuatro menos que en 2001. Fides, órgano de la Congregación vaticana para la Evangelización de los Pueblos aclara que la lista no es completa, pues representa sólo a una pequeña parte de las muertes comprobadas de católicos a causa del testimonio de su fe.

En la lista aparecen los nombres de 4 laicos, 20 sacerdotes, un religioso, 3 seminaristas y un arzobispo.

Colombia, con 6 asesinados, vuelve a ser el país en el que es más peligroso ser misionero. Otros cuatro han muerto en América Latina: 2 en El Salvador, y uno en Brasil y Guatemala.

Diecisiete han fallecido en África: de los cuales 6 en Uganda, 5 en la República Democrática del Congo, uno en Camerún, Burundi, Sudáfrica, Guinea Ecuatorial, Somalia y Kenya.

Por último, 2 han muerto en Asia (uno en India y otro en Pakistán).

Esta es la lista publicada por Fides.

–Padre Dieudonné Mvuezolo-Tovo, de la República Democrática del Congo, coordinador de las escuelas católicas de la provincia de Bas en la República Democrática del Congo, asesinado el 11 de marzo 2003 por un militar en la carretera que une Tshimpi con Matadi.

–Padre Nelson Gómez Bejarano, colombiano, 52 años, párroco de la Parroquia-Santuario de la Medalla Milagrosa en Armenia (Colombia). Fue asesinado en la casa parroquial el 22 de marzo 2003 durante un intento de robo.

–Padre Martin Macharia Njoroge, de Kenya, 34 años, fallecido el 11 de abril 2003 en el hospital en Nairobi (Kenya) tras una agresión sufrida algunos días antes por unos bandidos en la periferia de la ciudad. Los agresores le obligaron a descender de su coche, le dispararon con armas de fuego y se adueñaron del conche abandonando al herido. Había sido ordenado sacerdote cuatro años antes y era responsable de la parroquia de San Francisco Javier en Parklands. Un hermano del padre Martin, también sacerdote, había sido asesinado en el año 2000.

–Padre Raphael Ngona, de la República Democrática del Congo, asesinado el 6 de mayo del 2003 en la diócesis de Bunia, donde se encontraba de forma temporal, habiendo sido nombrado párroco de Drodro.

–Tres seminaristas menores raptados en Lachor (Archidiócesis de Gulu, Uganda), en la noche del 10 al 11 de mayo. Los rebeldes del LRA raptaron un total de 41 chicos. De tres de ellos se tienen pruebas de su asesinato, otros consiguieron huir y otros estarían todavía en manos de los rebeldes.

–Padre Aimé Njabu y padre Francois Xavier Mateso, de la República Democrática del Congo, cuyos cadáveres fueron encontrados en 10 de mayo del 2003 en la parroquia de Nyakasanza, en la periferia de Bunia. El primero falleció golpes de machete en su habitación y el segundo víctima de armas de fuego en el jardín de la parroquia. Otras personas que se encontraban en la parroquia en ese momento también fueron asesinadas.

–Padre Jairo Garavito, colombiano, de 36 años, asesinado el 15 de mayo 2003 por unos delincuentes que penetraron en la casa parroquial Yerbabuena de Chia (región de Cundinamarca, Colombia) para robar. El sacerdote murió por asfixia ya que los malhechores lo ataron y amordazaron.

–Padre Manus Campbell OFM, irlandés, asesinado el 21 de mayo 2003 por unos malhechores que entraron en su parroquia en las afueras de Durban (Sudáfrica). Era misionero en el país desde hacia 45 años.

–Ana Isabel Sánchez Torralba, 22 años, española, activa en el Voluntariado Misionero Calasanciano, fue asesinada en su primera misión en el extranjero, en Guinea Ecuatorial (localidad de Mongomo) el 1 de julio del 2003 durante un control de policía. Había participado el 3 de mayo, con amigos del Camino Neocatecumenal, en el encuentro del Papa con los jóvenes en Cuatro Vientos (Madrid).

–Padre George Ibrahim, paquistaní, de 38 años, fue asesinado con armas de fuego el 5 de julio del 2003 en su parroquia Nuestra Señora de Fátima en la localidad Renala Khurd, distrito de Okara (Pakistán) a manos de dos hombres armados que entraron en el complejo parroquial.

–Padre Taddeo Gabrieli, OFM Capuchino, de 73 años, italiano, asesinado con dos navajazos el 19 de julio del 2003 en Emperatriz (Estado de Maranhao, Brasil) por una persona que parecía estar bajo los efectos del alcohol y la droga a la que el sacerdote quería ayudar.

–Padre Mario Mantovani, misionero Comboniano, de 84 años, italiano, quien había vivido 45 años en Uganda atendiendo a los leprosos, y el hermano Godfrey Kiryowa, ugandés, de 29 años, también religioso Comboniano, asesinado durante un ataque para robar ganado en la carretera Capeto y Kotido (Uganda) el 14 de agosto 2003.

–Padre Alphonse Kavendiambuku, de la República Democrática del Congo (diócesis de Matadi), asesinado el 26 de agosto en Kavuaya, provincia del Bas Congo, por cinco ex militares que asaltaron el automóvil en el que viajaba con otras dos personas, una quedó herida y la otra resultó ilesa.

–Padre Lawrence Oyuru, párroco de Ocero, diócesis de Soroti en Uganda, que murió junto con otras 25 personas en una emboscada de los rebeldes del Ejército de LRA Soroti y Manasale, el 1° de septiembre 2003.

–Padre William De Jesús Ortez, de 32 años, nacido en Jucuapa (El Salvador) párroco de la Catedral de Santiago en la diócesis Santiago de Maria (El Salvador), asesinado dentro de la iglesia la tarde del 5 de octubre 2003. También Jaime Noel Quintanilla, de 23 años, sacristán del templo, fue asesinado junto al sacerdote.

–Annalena Tonelli, de 63 años, italiana, voluntaria alcanzada por un arma de fuego el 5 de octubre cuando estaba en su hospital de Borama (norte de Somalia) donde trabajaba desde hacia 33 años en favor de la población local.

–Padre Sanjeevananda Swami, indio, de 52 años, asesinado en Belur (distrito de Kolar, diócesis de Bangalore, India) el 7 de octubre 2003 como consecuencia de una agresión.

–Padre Saulo Carreño, de 38 años, originario de Guacamayas (Boyacá), párroco de Saravena (en Arauca, Colombia), asesinado con arma de fuego el 3 de noviembre. También murió una empleada del hospital local, Maritza Linares. El asesinato, imputado a grupos que actúan fuera de la ley por el control de esta zona petrolífera, ocurrió cerca del hospital Sarare, en la carretera que va de Saravena a Fortul.

–Padre Henry Humberto López Cruz, originario del Líbano (Tolima), de 44 años, párroco de Villavicencio, capital de la región de Meta, en Colombia central, fue asesinado a puñaladas en la casa parroquial en la noche del 3 de noviembre. El cuerpo, atado a una silla, fue encontrado por la mujer que realizaba las labores domesticas de la casa.

–Padre José Rubín Rodríguez, colombiano, de 51 años, párroco de La Salina (Casanare, Colombia) secuestrado el 14 de noviembre y asesinado en una zona rural Tame (Arauca, Colombia). Su cuerpo fue encontrado el 21 de noviembre.

–Padre José Maria Ruiz Furlan, de 69 años, guatemalteco, asesinado el domingo 14 de diciembre con arma de fuego, cerca de su parroquia de la Ciudad de Guatemala, en una zona pobre y poblada. Era muy conocido entre la gente por su lucha apasionada en defensa de los derechos humanos y su trabajo en favor de las clases menos favorecidas.

–Padre Anton
Probst, de 68 años, alemán, de los Misioneros Claretianos, asesinado en la noche del 24 de diciembre por unos malhechores que entraron en al noviciado Akono, en Camerún. Después de la Misa del Gallo, estaba entrando en su habitación cuando sorprendió a los ladrones que el golpearon y ataron, dejándole exánime. Estaba en Camerún desde hacia 11 años, después de haber pasado 24 años en la República Democrática del Congo.

–Monseñor Michael Courtney, arzobispo y nuncio apostólico en Burundi, irlandés, de 58 años, asesinado el 29 de diciembre en Minago, a 50 kilómetros al sur de la capital, Bujumbura, cuando regresaba a la capital después de una visita pastoral. Su coche fue atacado por hombres armados que le tendieron una emboscada. Expiró poco después en el hospital de Bujumbura.

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ZENIT Staff

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