La clonación humana realizada por científicos coreanos, a examen

Comunicado de la «Federación Mundial de Asociaciones de Médicos Católicos»

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UDINE (ITALIA), viernes, 20 febrero 2004 (ZENIT.org).- Publicamos a continuación el comunicado difundido el jueves pasado por la «Federación Mundial de Asociaciones de Médicos Católicos» («FIAMC», por sus siglas en francés) –que representa a treinta mil médicos de más de medio centenar de países de los cinco continentes— a raíz del anuncio de la clonación de seres humanos llevada a cabo por científicos coreanos.

Se trata de un experimento de científicos de la Universidad Nacional de Seúl –encabezados por el profesor Hwang Woo Suk— del que se ha hecho eco la revista «Science» y que fue presentado el pasado 12 de febrero en la reunión de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, que reunió en Seattle (Estado de Washington) a un millar de científicos de todo el mundo.

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«Científicos coreanos clonan embriones humanos»

El reciente anuncio de la publicación en la revista «Science» del desarrollo de treinta embriones hasta el estadio de blastocitos, conseguido por un grupo de científicos coreanos, plantea importantes interrogantes para toda la comunidad médica y científica.

Según la prensa, el equipo coreano ha reunido 242 óvulos, de los que ha podido clonar 30 blastocitos, una etapa precoz del embrión humano que contiene cerca de 100 células. De aquellos, los investigadores han reunido solo una colonia de células estaminales viables.

Se trata del primer logro importante en la clonación de embriones humanos a fin de obtener células estaminales, tras el fracaso de otras muchas investigaciones similares.

A diferencia de las fantasías de los «Raelianos» y de los anuncios repetidamente lanzados en los periódicos por médicos en busca de fama fácil, pero sin sólidos fundamentos científicos (como en el caso del doctor Antinori), el anuncio coreano proviene de un grupo de investigadores sólido y respetado. Su trabajo, financiado por agencias gubernamentales, será publicado en una revista científica de prestigio que evalúa atentamente la calidad de los datos presentados.

Más aún, los científicos coreanos han presentado sus resultados para el tratamiento de importantes enfermedades como la diabetes, la enfermedad de Parkinson o de Alzheimer, buscando dar un valor moral a su iniciativa.

Precisamente por esto, a nuestro juicio, sus resultados deben ser considerados con mucha seriedad en su dramatismo y reclaman una especial vigilancia. También exigen la inmediata organización de una firme resistencia cultural por parte de los bio-investigadores y de los médicos.

De hecho, es inmoral invertir en tales investigaciones enormes fondos, también fondos públicos, sustrayéndolos de soluciones a tragedias planetarias tales como el Sida, la malaria o la malnutrición.

Es inmoral seguir buscando el apoyo de la opinión pública para estos proyectos prometiendo el inminente tratamiento de muchas enfermedades crónicas, aunque no haya certeza alguna de verdadera aplicación clínica durante muchísimos años aún y aunque toda investigación preliminar sobre animales se haya omitido deliberadamente.

Es inmoral presentar los futuros resultados como un don para la humanidad, cuando es sabido que el tratamiento será muy costoso y que las industrias están interesadas en inversiones financieras colosales.

Aún más importante es advertir que estos proyectos son inmorales porque los investigadores deben matar a los embriones humanos clonados para extraer de ellos las células estaminales.

No es aceptable desde el punto de vista ético sacrificar deliberadamente a ningún ser humano, aunque sea con la finalidad de aliviar los problemas de salud de otros seres humanos.

Un tipo de filantropía que no reconoce el valor intrínseco de los seres humanos en la medida en que sean pequeños e impotentes como los embriones, está en realidad contra el hombre.

Como médicos católicos estamos convencidos de que esta actitud en lugar de ser humanitaria es sólo utilitarista, en cuanto que permite la manipulación de la opinión pública y da respaldo a áreas de interés económico como la investigación en las células estaminales embrionales, mientras que la investigación sobre las células estaminales adultas, aunque ya ha producido importantes resultados, incluso clínicos, es rodeada de silencio.

No sólo esto. Es peligroso promover el uso de células estaminales embrionales sin considerar su elevado potencial de crecimiento incontrolado, que se traducirá en un alto riesgo de degeneración maligna cuando sea utilizado para reparar o sustituir tejidos u órganos.

A diferencia de otros países, como por ejemplo los Estados Unidos, el pasado diciembre Corea aprobó una ley de bioética que permite la clonación humana con objetivos médicos, y ha financiado este controvertido estudio sobre la base de tal documento.

Pedimos a las autoridades públicas, las universidades y la prensa que proporcionen informaciones realistas sobre la efectiva situación de las posibilidades terapéuticas que posibilitan las células estaminales embrionales y adultas.

Pedimos la prohibición total de la clonación de embriones humanos. Mejor debería alentarse la investigación en las células estaminales adultas.

Si esto no ocurre así, es posible que la propia falta de respeto hacia los seres humanos que hoy produce blastocitos para la investigación, mañana no dude en clonar embriones humanos a fin de producir niños en serie.

Este es el momento de detenerse: ¡es difícil controlar la utilización de embriones humanos una vez que se ha permitido su producción!

Profesor Gian Luigi Gigli
Presidente de la FIAMC

Udine, 19 de febrero de 2004

[Traducción del original italiano realizada por Zenit]

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ZENIT Staff

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