CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 19 mayo 2004 (ZENIT.org).- Para comprender muchas de las ideas e iniciativas del pontificado de Juan Pablo II es necesario leer su último libro, en el que recoge las experiencias episcopales en Polonia que marcarían después sus años en Roma, considera el portavoz vaticano.
Joaquín Navarro-Valls participó este martes en Roma en la presentación oficial de «¡Levantaos!, ¡Vamos!», el libro en el que el Papa recuerda sus años como obispo en Cracovia, de 1958 a 1978.
En la presentación participaron, además, el cardenal Giovanni Battista Re, prefecto de la Congregación para los Obispos, el presidente del Senado italiano, Marcello Pera, y el senador italiano Giuliano Amato, vicepresidente de la Convención europea para la redacción de un proyecto de futura Constitución.
Navarro-Valls explicó, por ejemplo, que la idea de las Jornadas Mundiales de la Juventud, sin duda uno de los éxitos más inesperados de este pontificado, surge de la experiencia episcopal y encuentro con los jóvenes que pudo realizar Karol Wojtyla en Cracovia.
Por su parte el cardenal Re, confesó: «Para mí, este libro es interesantísimo para los obispos. Juan Pablo II les enseña cómo ser obispos y lo enseña con su experiencia, muestra el camino que deben seguir con un estilo evangélico, humano, trasparente».
El cardenal italiano consideró, asimismo, que este libro también interesa a los laicos para «comprender algo de lo que sucede en el corazón de un obispo».
«Me parece que surge espontáneamente una pregunta: ¿de dónde ha sacado tanta valentía este Papa?». El cardenal Re respondió: «De la fortaleza en la fe y del sentido de responsabilidad que siente un obispo y que deben llevarle a no tener miedo cuando hay que proclamar la verdad o defender los valores o las personas».
Por su parte, el presidente del Senado, Marcello Pera, consideró que el libro no es propiamente una autobiografía, sino más bien una pedagogía evangélica ilustrada con algunos episodios de la vida, algo así como sucede en las Escrituras.
Por su parte, el senador Giuliano Amato constató la extraordinaria capaz de Juan Pablo II para dirigirse a cada persona, entablando una relación particular con los jóvenes.
En el libro evoca, por ejemplo, su participación en el Concilio Vaticano II, la labor pastoral realizada en la archidiócesis polaca, los encuentros con los jóvenes, con las familias, los universitarios, los laicos y los intelectuales.
Karol Wojtyla menciona también su lucha contra el régimen comunista polaco en defensa de las libertades religiosas y civiles y para la construcción de nuevas iglesias en aquellos años difíciles.
El libro, que hace a la Iglesia y al mundo un llamamiento a la esperanza, toma su título del evangelio de San Marcos capítulo 14, versículo 42, en el que se narra el momento en que Jesús, tras orar en el Huerto de los Olivos, llamó a sus discípulos que estaban durmiendo y les pidió que le siguieran.