GUADALAJARA, jueves, 14 octubre 2004 (ZENIT.org–El Observador).- En algunas regiones de África, el rechazo de católicos de no casarse por la Iglesia, prefiriendo ritos tradicionales o simplemente el matrimonio civil, les aleja de recibir la Eucaristía, ha constatado con preocupación un cardenal africano en el Congreso Eucarístico Internacional.
El cardenal Peter K. A. Turkson, arzobispo de Cape Coast (Ghana), ha revelado al mismo tiempo que las culturas tradicionales africanas cuentan con elementos incluso en su propia mitología que ha permitido una conversión y difusión del amor por la Eucaristía.
El purpurado del oeste de África ofreció estas luces y sombras de la devoción eucarística entre su gente en la catequesis pública que pronunció en el auditorio de la Expo Guadalajara
El arzobispo de Cape Coast indicó que «la Eucaristía como celebración del sacrificio redentor de Cristo» «resuena» o se vincula en lo imaginario «con los sacrificios de las «figuras salvíficas» en diversas culturas y comunidades africanas».
Ofreció algunos ejemplos en esta catequesis pública de cómo las culturas tradicionales, a partir de su propia mitología, reconocen la presentación de la Eucaristía.
Esto debe motivar a una profundización de la teología propia de la Eucaristía de la Iglesia católica para que no se confunda –por ejemplo– con las cenas rituales comunales de Ghana.
Habría que partir de ellas para inculcar la vida de comunión que reclama el sacrificio de Jesús, añadió el cardenal Turkson.
Al mismo tiempo, subrayó, hay puntos del sacramento eucarístico que los africanos de Ghana comprenden muy bien, por ejemplo, la fe en la «real presencia del Señor en la Eucaristía» «por su comprensión del valor del sacrificio» propio en su cultura.
Así se entiende, aclaró, la gran expansión que experimenta la «Adoración Perpetua» especialmente gracias a grupos como el de la «Divina Misericordia» y del «Sagrado Corazón».
«La más grande manifestación de la creencia popular en la presencia del Señor en la Eucaristía ocurre durante las celebraciones del Corpus Christi, en la fiesta de Cristo Rey», constató.
«El momento de la consagración en las celebraciones eucarísticas es recibido con aclamaciones festivas, el tocar de los tambores y, algunas veces, con danzas», siguió explicando.
Más adelante, en su alocución, advirtió de los ataques que está sufriendo la creencia en la presencia real de Cristo en la Eucaristía por parte del protestantismo evangélico que acusa a los católicos de idolatría y de adorar al Dios-pan.
Insistió el cardenal Turkson que esto debe motivar la intensificación de la catequesis y la apologética en África.
La preocupación del cardenal es que los jóvenes católicos «se resisten a la celebración del sacramento [del matrimonio, ndr.] en la Iglesia», prefiriendo unirse con los ritos tradicionales o simplemente ante tribunales civiles.
De este modo, hay «muchos fieles que no comulgan», reconoció. Pero, felizmente, «los jóvenes adultos, quienes comienzan a descubrir la fuerza de vivir cristianamente a través de la oración y la apertura al Espíritu Santo, están celebrando sus matrimonios en la Iglesia, y hay algunos que deciden vivir cada día en la Eucaristía», concluyó.
Ghana, país de unos veinte millones de habitantes, cuenta con un 63% de cristianos (11.10% católicos), un 16% de musulmanes, y un 21% de creyentes en las religiones tradicionales.