CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 24 octubre 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II invitó este sábado a los scouts a «nadar contra la corriente» de una sociedad individualista al recibir a 40.000 exploradores de todas las edades en la plaza de San Pedro del Vaticano.
«El Papa os mira con confianza y esperanza y os acompaña en la gran aventura de la vida con su oración y su simpatía», les dijo los niños y jóvenes que le escuchaban en un largo discurso cuya lectura le implico grandes esfuerzos.
Los scouts, chicos y chicas, se reunieron en torno al Papa para celebrar los treinta años de Asociación de Guías y Scouts Católicos Italianos, así como los 50 años del Movimiento italiano de los Scouts Adultos.
En buena parte de las parroquias italianas, este movimiento tiene una importancia decisiva en el marco de las actividades propuestas a niños y jóvenes.
Los scouts renovaron ante el Papa la «Promesa» por la que se comprometieron a «cumplir mis deberes para con Dios y mi patria; ayudar al prójimo en toda circunstancia, y cumplir fielmente la ley scout».
El Papa, por su parte, les invitó a vivir la Ley Scout, a través de la cual «podéis hacer posible lo imposible».
Esta ley fue, inspirada en la Promesa, fue ideada por Lord Robert Baden-Powell (1857-1941), fundador de los scouts, antiguo general inglés.
«Sed hombres y mujeres que, tomando por referencia el Evangelio de Jesús, saben educar a los demás a vivir en la libertad y en la responsabilidad, a «nadar contra la corriente» para vivir la tentación del individualismo, de la pereza y la falta de compromiso», les recomendó.
Por último, recordó que acaba de comenzar el Año de la Eucaristía, por lo que invitó a los scouts a hacer de este misterio «un punto de referencia constante en vuestras opciones cotidianas», en particular a través de la participación activa tanto en las celebraciones eucarísticas dominicales como en las que celebran en sus excursiones.