CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 14 noviembre 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ha anunciado que convocará el segundo sínodo de la historia de los obispos de África, después del celebrado en 1994.
Dio la noticia este sábado al final de la audiencia general que concedió a los participantes en el primer Simposio de obispos de África y Europa que se ha celebrado en Roma del 10 al 13 de noviembre.
Ha sido organizado el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) y el Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM), con el patrocinio de la Congregación vaticana para la Evangelización de los Pueblos y la colaboración de organismos de solidaridad.
El encuentro, que ha congregado a unos 50 obispos de 60 naciones, tenía por tema: «Comunión y solidaridad entre África y Europa: Cristo nos llama, Cristo nos invita».
«Acogiendo las propuestas del Consejo postsinodal, intérprete de los deseos de los pastores africanos, aprovecho la oportunidad para anunciar mi intención de convocar una segunda asamblea especial para África del Sínodo de los Obispos», anunció Juan Pablo II sin especificar las fechas.
El primer encuentro de obispos africanos se celebró en el Vaticano del 10 de abril al 8 de mayo de 1994, en el marco de sínodos continentales convocados por el pontífice que tenían por objetivo preparar a la Iglesia para el gran Jubileo del año 2000.
Las conclusiones de aquel sínodo fueron recogidas por el Papa en la exhortación apostólica Ecclesia in Africa (14 de septiembre de 1995).
Mientras se prepara la celebración de este sínodo, el Papa invitó a los creyentes a «implorar al Señor el don precioso de la comunión y de la paz para la amada tierra de África».
Asimismo alentó encuentros como este primer simposio de obispos africanos y europeos (se prevé la celebración de otro entre obispos de África y de América), pues incrementan «la comunión entre las Iglesias», «afrontando conjuntamente problemas de común interés».
En un balance del simposio realizado este domingo por el informativo internacional de «Radio Vaticano» se recogen algunas de sus conclusiones fundamentales.
«La primera es la auténtica comunión y el sentido de una colaboración efectiva para el anuncio del Reino», constata.
«Los obispos han comprendido mejor en qué condiciones trabajan sus hermanos en las Iglesias particulares y han visto qué opciones pastorales de unos podrían ayudar a los otros. Por este motivo, se ha decidido crear un grupo de trabajo para continuar de manera concreta este diálogo».
La segunda conclusión ha sido la constatación común de «la necesidad de evangelizar más las estructuras políticas, lo que significa encontrar modos para aplicar la doctrina social de la Iglesia».
En tercer lugar, añade la emisora pontificia, «se habló también de la formación de los fieles laicos para que den un testimonio cada vez más incisivo en la sociedad».
Los obispos quieren constituir, además, un grupo de presión a nivel internacional para resolver el problema de la deuda exterior de los países pobres y han recordado a los países desarrollados el compromiso asumido de destinar el 0,7% del producto interior bruto a la ayuda al desarrollo.
Se reflexionó también sobre la posibilidades de que las diócesis de África y Europa intercambien recursos humanos, en particular laicos, seminaristas y sacerdotes. Uno de los aspectos más debatidos fue el del envío de sacerdotes africanos como misioneros a Europa. <br>
Algunos prelados constataron que esta última práctica deja a la Iglesia en África sin fuerzas vitales necesarias y no siempre éstos presbíteros encuentran la «justa» acogida en comunidades europeas.
El simposio concluyó con un mensaje de esperanza de los obispos de ambos continentes a sus fieles.