CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 11 febrero 2005 (ZENIT.org).- Juan Pablo II siguió en la tarde de este viernes por televisión la misa que convocó a peregrinos, enfermos y voluntarios que les atienden en la Basílica de San Pedro del Vaticano.
La celebración eucarística, en el día de la Virgen de Lourdes, Jornada Mundial del Enfermo, fue presidida por el cardenal Camillo Ruini, obispo vicario para la diócesis de Roma, quien leyó durante la homilía un mensaje enviado por el Papa a los enfermos presentes en el que pidió que rezaran por él.
«El Papa cuenta mucho con el valor de vuestras oraciones y de vuestros sufrimientos: ofrecedlos por la Iglesia y por el mundo, ofrecedlos también por mí y por mi misión de pastor universal del pueblo cristiano», afirmaba el Santo Padre en la misiva leída por el cardenal Ruini, quien es también presidente de la Conferencia Episcopal Italiana.
Los participantes en la eucaristía respondieron a la invitación presentada por la UNITALSI (Unión Nacional Italiana de Transporte de Enfermos a Lourdes y Santuarios Internacionales) y la Obra Romana de las Peregrinaciones.
En este viernes, fiesta en el Vaticano, pues se celebraba el aniversario de los Pactos Lateranenses, con los que hace 76 años se instauró la Ciudad Estado del Vaticano, el Papa pasó la jornada en su apartamento.
Durante la homilía, el cardenal Ruini afirmó como respondiendo a la petición que hacía el Papa a los enfermos: «Al Santo Padre, que nos ve y escucha a través de la televisión, queremos responder con nuestro afecto y nuestra gratitud».
«Queremos asegurar al Santo Padre nuestra oración confiada y humilde», subrayó.
En el mensaje leído por el purpurado italiano, el Papa recordó que el sufrimiento humano «no es nunca inútil», sino más bien precioso, «pues comparte misteriosa pero realmente la misión salvífica del Hijo de Dios».
Por último, el Papa manifestó su cercanía espiritual a los pueblos de África, continente que ha acogido en Yaoundé, Camerún, las celebraciones centrales de la Jornada Mundial del Enfermo con el lema: «Jesucristo, esperanza para África – juventud, salud y sida».