El ejemplo edifica, pero las palabras sin ejemplo son palabras vacías. Ser siempre misericordioso como el Padre lo es con nosotros. No dar homilías aburridas. No celebrar la misa con prisas y no pavonearse. No condenar en el confesionario. Estos son algunos de los consejos que el santo padre Francisco ha dado a los 19 nuevos sacerdotes a quienes ha ordenado en la eucaristía celebrada esta mañana en la Basílica de San Pedro.
Durante su homilía, el Papa ha recordado que el ejemplo que el sacerdote debe imitar es el Buen Pastor, el que da la vida por sus ovejas.
Asimismo, el Pontífice ha precisado que “el obispo corre el riesgo de elegirles, como el Padre ha corrido el riesgo por cada uno de nosotros”. Pero, también ha recordado que estos nuevos sacerdotes “serán predicadores del Evangelio, pastores del pueblo de Dios”.
De este modo, el Santo Padre ha invitado a los 19 presbíteros que lean y mediten asiduamente la palabra del Señor “para creer lo que habéis leído, enseñad lo que habéis aprendido de la fe, vivir lo que habéis enseñado”. Y así, les ha pedido que sus homilías “no sean aburridas”, sino que lleguen al corazón de la gente porque “salen de vuestro corazón”.
El perfume de vuestra vida –ha indicado– será el testimonio porque el ejemplo edifica, pero las palabras sin ejemplo son palabras vacías, son ideas, no llegan nunca al corazón. Incluso hacen mal, no hacen bien.
Otro consejo que ha dado el Santo Padres es no celebrar la misa deprisa, sino siendo consciente de lo que se celebra, que no es “un rito artificial”. Por otro lado, les ha pedido que no rechacen nunca el bautismo a quien lo pide y que sean siempre misericordiosos en el confesionario. Y también les ha recordado que la única intención que deben tener es agradar a Dios y no a sí mismos, “es feo un sacerdote que vive para gustarse a sí mismo, parece un pavo real”, ha advertido.
Finalmente, el Obispo de Roma ha pedido a los nuevos sacerdotes que tengan siempre delante de los ojos el ejemplo del Buen Pastor, “que no ha venido para ser servido, sino para servir, no para quedarse en sus comodidades sino para salir y buscar y salvar lo que estaba perdido”