Honduras: 'Recibir a Cristo para expulsar la violencia'

El cardenal arzobispo de Tegucigalpa, Óscar Rodrí­guez Maradiaga, pide al Señor que se terminen las muertes violentas, los asesinatos, la extorsión y el narconegocio

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El arzobispo hondureño de Tegucigalpa, cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, abogó el Domingo de Ramos por un país sin violencia, con justicia y solidaridad con los más necesitados, en la misa que marca el inicio de la Semana Santa.

“Hoy Jesús entra en Tegucigalpa, entra en nuestra Honduras” y esas “palmas que llevamos en nuestras manos nos están diciendo que queremos aclamarlo como nuestro rey”, dijo el purpurado en la homilía pronunciada en las inmediaciones de la catedral metropolitana, a la que asistieron miles de fieles.

“Pidámosle que venga a nuestra Honduras, a nuestras familias, para que se terminen las muertes violentas, los asesinatos, la extorsión, el narconegocio”, enfatizó.

“Ningún rey de Israel, ningún jefe de este mundo, ningún líder ha ejercido sin usar la violencia y la fuerza, Jesús es el primero que llega como un rey de paz, de humildad y de mansedumbre, él no ejerce con la violencia, no se impone a nadie, solo viene a traernos la paz, a abrirnos un camino de amor y de comunión para todos”, expresó.

“Hoy día se habla de triunfo cuando se consiguen victorias sobre el enemigo, sea este militar, sea político, sea cultural; Jesús entró humilde venciendo la violencia, pero el triunfo de Jesús es el triunfo de la alegría sobre nuestras tristezas, es el triunfo de la verdad sobre la mentira instalada en nuestro mundo”, aseguró.

Así, señaló que los ramos significan que “el corazón de Honduras está con Jesús y tenemos que hacer lo posible para que aquellos que no lo reciben y no lo aceptan puedan reflexionar y pensar, ábranle por favor las puertas a Cristo”.

Además, pidió a los hondureños participar en las diferentes procesiones y “clamar a Jesús” en sus vidas, e insistió que “vale la pena que Honduras reciba a Cristo para que echemos fuera la violencia, la muerte, el crimen”.

El arzobispo capitalino concluyó sus palabras instando a los presentes a ser cada vez más humanos y solidarios con los necesitados.

Según los datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, la tasa de homicidios del país centroamericano fue de 68 por cada cien mil habitantes en 2014. Ese año se reportaron 5.936 homicidios, lo que equivale a un promedio de 16 asesinatos o muertes cada día.

(IDV) (HSM)

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ZENIT Staff

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