Jaime Mayor Oreja es uno de los eurodiputados más implicados en la iniciativa europea “One os Us”, que se propone recogar firmas para conseguir el compromiso de la Unión Europea de que no se financiarán acciones que presupongan o favorezcan la destrucción de embriones humanos.
En esta entrevista concedida a ZENIT, Jaime Mayor Oreja explica en qué consiste la iniciativa “One of Us” y cuáles son los logros conseguidos hasta ahora.
Jaime Mayor Oreja nació en 1951 en San Sebastián y es ingeniero agrónomo. Es diputado del Parlamento Europeo desde julio de 2004. Actualmente vicepresidente del grupo EPP, y cabeza de la Delegación Española. Es miembro del Comité de Asuntos Constitucionales y de la Delegación para las relaciones con Japón. Es también sustituto en el Comité de Asuntos Exteriores y en las Delegaciones para las relaciones con Albania, Bosnia y Herzegovina, Serbia, Montenegro y Kósovo.
En 1980 fue elegido como Miembro del Parlamento Autonómico Vasco por UCD. Ese año sirvió como Ministro de Turismo en el Gobierno Pre-autonómico del País Vasco, y fue elegido Diputado Nacional por Guipúzcoa.
En 1982 designado Delegado del Gobierno en el País Vasco. Entre 1984-1986, Presidente y portavoz de la Coalición Popular (PP) en el Parlamento Vasco, y miembro del Congreso por Vizcaya en 1989. Diputado Nacional del Partido Popular por Álava en las I, IV, VI, VII y VIII legislaturas, y Presidente del Grupo Popular en el Parlamento Vasco desde 2001 hasta 2004. Ministro de Interior entre 1996 y 2001. Es miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PP. Desde 1996 es Vicesecretario General del PP. También es Presidente Honorario del PP en el País Vasco.
Usted es uno de los eurodiputados más involucrado en “One of Us”. Participó en el lanzamiento y presentación de One of Us en la Semana por la Vida en 2012 y ha organizado la Semana por la Vida del 2013. ¿Por qué “One of Us”?
–Jaime Mayor Oreja (JMO): Unos de nosotros es una iniciativa de ciudadanos europeos, no es una iniciativa de nosotros los políticos. Nosotros, algunos, estamos simplemente ayudando, impulsando la iniciativa. Porque yo creo que Europa está en la resignación, en la administración de la cultura de la muerte y nosotros tenemos que conseguir fortalecer la cultura de la vida. Por eso esta iniciativa puede ser un grito contra la resignación. Los europeos, yo creo que los que pensamos de esta manera, tenemos la obligación de combatir la actual resignación a la hora de abordar todas las cuestiones referidas a la vida.
¿Cuál cree usted que es el impacto jurídico-político de “One of Us” en la UE y para los ciudadanos europeos?
–JMO: Yo creo que es sobre todo un grito, un grito, y por ello lo más importante, más que los efectos jurídicos y políticos de la iniciativa, es un grito de concienciación de que desde los europeos, desde los ciudadanos y también desde las instituciones europeas, conseguimos un millón de europeos, o más, para decir SÍ a la cultura de la vida. Es decir, los efectos jurídicos serán, puede ser importantes, lo más importante es que es la primera vez en la historia que 27 organizaciones nacionales juntas trabajan en defensa de la vida; es decir, es la primera vez que juntos recogemos firmas. Tenemos un año para consolidar esos lazos, para que haya luego más iniciativas, europeas.
¿Entonces, cree usted que ya se ha alcanzado un primer objetivo?
–JMO: Yo estoy convencido de que vamos a obtener más de un millón de firmas, pero hace falta que además hayan muchas firmas para que haya un impacto, social y político
Este es el año de la ciudadanía europea y probablemente “One of Us” puede realmente reducir las distancias entre Europa y su ciudadanía. Es una posibilidad, una verdadera posibilidad…
–JMO: Al menos, hay una parte de los europeos que no creen en la Unión Europea porque la Unión Europea, sus instituciones hoy, son hoy más relativistas que respetuosas de sus convicciones y valores. Entonces, es muy importante que vean también muchos europeos, que dentro de las instituciones europeas también hay personas que coincidimos con sus valores, porque parece que el resultado de la UE es una unión en la que hemos eliminado las raíces cristianas de Europa en los Tratados, en las que fundamentalmente hay una mayoría en el Parlamento, en contra de nuestros valores y convicciones; es muy importante, respetando a los que no piensan como nosotros, que al mismo tiempo los ciudadanos europeos se aproximen a la UE con este trabajo que estamos haciendo, un conjunto de europeos.
Europa sufre una importante crisis económica y ética. Hace unas semanas tuvo lugar el “Fórum Demográfico” en la Comisión europea, acerca del problema de la baja tasa de natalidad… “One of Us” no habla acerca de la natalidad, pero probablemente pueda ser un medio para mostrar el bebé en el útero y romper el silencio sobre/acerca de él…
–JMO: Es que eso sucede con la crisis, nadie quiere ver la profundidad de la crisis. Claro, nadie quiere ver que la crisis está en la persona, está en el corazón del europeo, está en una forma de vida, está en haber vivido desde un exceso de confort, por encima de nuestras posibilidades… y nadie quiere asociar nuestros problemas de demografía a una crisis de valores, a una crisis de la familia, a una crisis que insisto está en la persona. Pero eso es lo que hay que ir haciendo, punto por punto; yo creo que esa tarea significa que algunos señalemos hasta qué punto cuando uno analiza la crisis uno tiene la obligación de quedarse en la superficie. No es una cuestión solo económica, no es solo una cuestión de futuro, de trabajos, de economía… no, nosotros tenemos que decir que tiene que haber un cambio de actitudes personales, porque la crisis está en la persona, y la demografía cambiará en la medida en que recordemos los valores y las instituciones asociadas a los valores. La familia, el matrimonio y actitudes vinculadas a la persona como la austeridad, como la tolerancia, pero al mismo tiempo no al relativismo. La lealtad, la fidelidad son valores perdidos por un exceso de confort en estos años, pero en el fondo el problema de la demografía es el abrazo con la cultura del mínimo esfuerzo, cuantos menos hijos vivimos más cómodamente, nos despreocupamos del futuro de nuestra sociedad. Eso es.
¿Cuál puede ser la función de “One of Us” en esta crisis?
–JMO. Todo lo que significa profundizar en la dignidad de la persona significa aprender de la crisis. La crisis, antes de resolverla hay que comprenderla, hay que aprender de la crisis antes que resolver la crisis; aprender de la crisis es darse cuenta hasta qué punto hemos perdido la dimensión de la persona y de su dignidad. “One of Us” es un recordatorio de que el aborto no es un derecho, sino que la vida es un derecho, y por eso ayuda a afrontar, ayuda a entender la crisis que hemos tenido. Es tan fuerte ese relativismo tan evanescente que nos impide a veces ver las cosas más elementales.
La UE recibió el Premio Nobel de la Paz. ¿Cree usted posible tener paz si el bebé en el útero está siendo amenazado cada día en su derecho a la vida?
–JMO. No parece; yo creo que los que defendemos la vida también tenemos que saber que en el mundo hay mucho sufrimiento en las personas que viven; pero todos tenemos que ganar al mismo tiempo en solidaridad con los que sufren, solidaridad con los niños que desaparecen en el aborto de la misma manera que a nosotros nos corresponde también al mismo tiempo ser más sensibles al dolor de las personas que ya han nacido y que sufren, y hay a otros a los que les corresponde también no solo hablar en los discursos políticos de las personas que sufren sino también ser capaces de extender esa preocupación y dignidad a las personas que no han nacido y que son personas. Y ellos t
ienen que vencer, vencer esa obsesión de en todos los temas estar en frente de lo que tradicionalmente ha defendido la Iglesia, porque al final de todo esto lo que algunos tienen que superar es la obsesión de que todos los valores que ha defendido la Iglesia, que a veces las ha hecho normas, pero es que tienen una obsesión contra ellas, porque son normas. ¿Por qué se produce eso? Ojalá esa obsesión disminuya, porque tienen esa obsesión, el relativismo tiene en la Iglesia una obsesión, porque piensan que las demás soluciones suyas ya se han hecho bastantes relativistas, pero la Iglesia no. Y por eso tienen la obsesión fundamental de atacarle, pero tienen que superar eso.
Hablando acerca del sufrimiento actualmente todo el mundo alza la voz para hablar sobre el sufrimiento de los animales, y esto es sin duda un asunto importante, pero nadie habla acerca del sufrimiento de los bebés, del sufrimiento de los inocentes…
–JMO: Yo tengo en casa, en el campo, siete perros, y les quiero muchísimo, y no me gusta verles sufrir. Ahora bien, si yo… Y yo estoy contento de tener ese sentimiento, pero me parece que no se puede mínimamente siquiera establecer la comparación. ¿Sabe usted el daño que está infligiendo a un embrión, a una persona que siente y que usted es capaz de utilizar estos métodos? Yo estoy convencido que dentro de unos años el aborto habrá sido una pesadilla de una civilización; es cuando uno ve determinados fenómenos que hoy producen repugnancia. Hace pocos cientos de años y otros, y dices ¿pero cómo es posible que hiciesen eso?
Como la esclavitud
–JMO: Pues yo creo que, sinceramente creo, que eso también se producirá a medida que la humanidad se dé cuenta de que hay tantas alternativas desde la cultura a la vida frente a la cultura de la muerte. Eso, hay muchas alternativa. Y además son alternativas en las que todos ganamos, somos mejores, desde esa cultura.
“One of Us” pide que se prohíban las investigaciones que matan embriones (humanos). ¿Podría por favor aclarar este punto?
–JMO: Si bueno, yo creo que nosotros hemos querido fundamentalmente encontrar los dos resquicios, los dos huecos, en donde hay competencias de la Unión, uno es de investigación de embriones, la destrucción de embriones en investigación, y otro son los programas de cooperación al desarrollo con prácticas abortivas. Pues a mí me parece que que haya un millón de firmas contrarias a la destrucción de embriones es un paso adelante, en algo que tiene que ser una actividad que no, esto es… “One of Us” no termina el 1 de noviembre de este año, “One of Us” debe ser el arranque de muchas más iniciativas en defensa de la vida, en defensa de la cultura de vida, pero me parece bien que empecemos con esta iniciativa que impide a la Comisión Europea la destrucción de embriones humanos. ¿De acuerdo?
¿Qué llamamiento haría a los ciudadanos europeos para que firmen por “One of Us”?
–JMO: Yo creo que tenemos que cambiar de actitud, que no podemos instalarnos en una resignación, que tenemos que ser mucho más activos, tenemos que ser mucho más protagonistas, en esta batalla que hay en este caso en defensa de la vida, que a veces es más fácil combatir una tiranía cruel que una dulce tiranía, y que hay que combatirla igual, porque la dulce tiranía que vivimos con el aborto, con la eutanasia, con todo lo que significa algo así como algo derivado de nuestro confort, queremos solo vivir mejor, sin problemas, sin obligaciones, está condenado al fracaso. Pero ya sabemos que está condenado al fracaso, la dulce tiranía, como estuvieron condenadas las tiranías crueles en los años 30. Hay que decir que no se puede ser tan egoísta, no se puede ser tan cómodo, no puedes simplemente cada vez que aparezca en el horizonte una obligación, con un niño que no ha nacido o con un anciano, lo más fácil es suprimirlo. Eso es una tiranía que hay que saber acabar con ella.