El cardenal arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, destacó el clima de diálogo ofrecido ayer miércoles por la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, en el Congreso Nacional, y la disponibilidad que tiene la Iglesia de dar su aporte a temas como familia y educación.
Lo indica un comunicado publicado hoy por Conferencia Episcopal de Chile, que recuerda el ofrecimiento hecho por la presidenta de recibir aportes al programa del actual Gobierno: “Es un programa que está abierto a los aportes inteligentes de otros grupos».
Monseñor Ezzati –indica la nota– también hizo hincapié a la ausencia en el discurso de temas que considera importantes, como la preocupación de la gente ante la violencia o el tema de la droga, o el de los inmigrantes.
En cuanto al anuncio de la mandataria de discutir la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en caso de estar en riesgo la vida de la madre, violación e inviabilidad del feto, el Cardenal señaló que lo primero es “defender la vida como lo hemos hecho los obispos en nuestra declaración de la última Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal”.
Y precisó que dialogar “significa presentar todos los argumentos que tenemos a nuestro alcance, la verdad que defendemos», sin olvidar que es necesario «escuchar a los demás, y que los demás escuchen también nuestra verdad”.
En el reciente documento de la CECH, sobre el tema del aborto indica: «Conocemos dramáticas situaciones en la gestación de una nueva creatura humana y solidarizamos con el dolor de aquellas madres que, por desgracia, muchas veces deben asumir desamparadas su situación. Ella y su hijo son dos víctimas inocentes y de cuyo clamor debemos hacernos cargo. Pero sabemos que el aborto nunca será una solución para una mujer y su entorno, y también sabemos que un aborto selectivo abre las puertas para el aborto a todo evento. Introducir el aborto, sea cual sea la causa que la sustente, es un golpe al “alma de Chile”.
Sobre el proyecto de reforma educacional, el cardenal indicó que hasta ahora se han conocido sólo tres fragmentos. El primerose refiere a la eliminación del copago, que buscó una democratización de la educación de manera que muchos papás pudieran educar a sus hijos en colegios particulares, gracias a facilitaciones.
Lo segundo es la libertad y el derecho a la educación. El cardenal coincide que “sin duda alguna, la educación es un derecho, es uno de los derechos fundamentales de toda persona humana” aunque consideró que no es suficiente “tratar de mejorar aspectos externos del hecho educativo”. Monseñor Ezzati explicó que no se puede cumplir con el deber fundamental de educar a alguien si no se le conoce, si no se sabe de su entorno familiar, social, sus necesidades y talentos. “El hecho de que se diga que no tiene que haber ninguna selección, creo que es equivocado. Tiene que haber una selección positiva en este sentido”.
Y sobre el terer punto sobre selección, consideró que existen contradicciones. En este contexto, el cardenal afirmó que «la Iglesia Católica puede aportar con su experiencia en el desarrollo de la discusión sobre el proyecto educativo que el Estado quiere para sus ciudadanos».