OKLAHOMA CITY, lunes, 24 de agosto de 2009 (ZENIT.org) – Una sentencia judicial de Oklahoma, en los Estados Unidos, niega al personal sanitario la posibilidad de la objeción de conciencia ante el aborto.
La juez Vicki Robertson dictaminó el martes pasado que la norma vigente es «inconstitucional» ya que viola «la vida privada» y la «dignidad de las mujeres», informó este domingo Radio Vaticano.
Ese día, la juez estableció que ya no será obligatorio efectuar los análisis de ultrasonidos, para verificar las condiciones reales de salud del feto, 24 horas antes de proceder a realizar un aborto.
La juez considera que ver las imágenes del propio hijo y escuchar al médico describir los detalles físicos visibles pueden en efecto «influir» en la decisión de la mujer.
Además, Vicki Robertson ha privado a los médicos del ejercicio de la objeción de conciencia: el personal de los hospitales no podrá negarse a practicar un aborto por «razones morales o religiosas».
Según la ley derogada por esta última sentencia, no se podía juzgar a los médicos que desaconsejaban el aborto a los padres de niños discapacitados.