CIUDAD DEL VATICANO, martes, 11 noviembre 2008 (ZENIT.org).- En el Vaticano había mucha preocupación este martes por las dos religiosas secuestradas en Kenia, y así lo testimonia también la edición cotidiana de «L’Osservatore Romano» de este miércoles.
Se trata de sor Caterina Giraudo y de sor Maria Teresa Oliviero, dos religiosas del movimiento contemplativo misionero Padre de Foucauld, de Italia, secuestradas el lunes pasado por la noche cuando un grupo de hombres armados penetró en la localidad de El Wak, al noroeste de Kenia, junto a la frontera con Somalia.
El nuncio apostólico en Kenia, el arzobispo Alain Paul Lebeaupin, ha declarado al diario vaticano que por el momento no hay elementos seguros sobre la identidad de los secuestradores: no se sabe si es un grupo involucrado en los conflictos locales o si procede del otro lado de la frontera.
Según «L’Osservatore Romano», citando fuentes locales, el grupo armado, era muy numeroso, se habla incluso de unos doscientos hombres, que primero atacaron el departamento de la policía local, y después lanzaron un saqueo en el que fueron apresadas las religiosas.
El nuncio cree que no se trata de una acción anticristiana, pues los conflictos locales en esa zona no han tenido pretextos religiosos.
«L’Osservatore Romano» informa que se han entablado contactos con los ancianos («elders») de la población para tratar de establecer un contacto con los secuestradores y lograr la liberación de las religiosas.