ROMA, jueves, 23 octubre 2008 (ZENIT.org).- La televisión cristiana libanesa TeleLumiere y su satélite Noursat han lanzado una campaña de solidaridad con los cristianos de Iraq, y afirma que “este caso toca a cada cristiano también cada ser humano, cualquiera que sea su tradición, porque si la vida es un derecho también lo es la pertenencia religiosa y la constitución debería ser respetada en relación a todo ser humano”.
Esta cadena televisiva está siguiendo los casos en Iraq de la población civil e informando de las protestas ciudadanas y religiosas, así como haciendo llamamientos al Gobierno iraquí para que intervenga con rapidez.
“Lo que estamos pidiendo –comunica desde esta cadena televisiva a Zenit Marie-Therese Kreidy- es una intervención práctica y no sólo de palabra para detener este gran crimen”.
Por otra parte, el Consejo Argentino para la Libertad Religiosa, en un comunicado enviado a Zenit, fechado en Buenos Aires el 15 de octubre, expresa su “repudio ante la falta de libertad religiosa que se registra en distintas regiones del mundo y señala en forma particular la que sufren familias cristianas en la ciudad de Mosul, Iraq”.
“Una ola violenta de crímenes ha causado decenas de muertes en la minoría cristiana, existiendo una campaña sistemática de secuestros y amenazas para que los mismos dejen la ciudad si no quieren sufrir consecuencias peores”, añade.
“Más de mil familias ya han dejado el lugar, pero otras carecen de recursos para hacerlo y no saben a dónde dirigirse”.
“Distintos clérigos han hecho un llamado desesperado al primer ministro y al gobernador de la región de Nínive en ese país, para que cesen los ataques y no se violen los derechos de los habitantes de esa ciudad caracterizada anteriormente como un modelo de convivencia entre personas de distintas religiones”, explica el comunicado.
Ante la situación que se vive en Iraq, el Consejo hace “un firme llamado a las autoridades de ese país para que tomen todas las medidas necesarias en orden a que cesen los violentos ataques y sean respetados los derechos de la minoría cristiana, como así también, los de cualquier persona en el libre ejercicio de su libertad religiosa”.