CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 8 de octubre de 2008 (ZENIT.org).- El Sínodo de los Obispos ha constatado el divorcio que se da entre la Palabra de Dios y los católicos comprometidos en la vida pública en el continente americano.
El cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, presentó el lunes ante la asamblea un informe sobre «La Biblia y su comprensión en América», como parte de las ponencias sobre la Palabra su presencia en los diferentes continentes.
«La globalización tiene sus aspectos positivos especialmente cuando se trata de información. Estamos informados de lo que está sucediendo en el mundo público de nuestros países muchas veces en grandes escándalos de todo tipo».
«Sin embargo, lamentamos que muchos de los actores de este escenario social y político han pasado por nuestros centros de formación (ya sea catequesis, grupos juveniles, colegios y universidades)», constató en la conclusión de su intervención.
El purpurado hondureño preguntó: «¿cuál ha sido el papel de la enseñanza de la Palabra de Dios en todos ellos? ¿Los hemos ayudado a encontrarse con el Dios de la Palabra? ¿Por qué al llegar al mundo público, cualquiera sea el escenario donde le toque actuar, los valores del Evangelio no son la directriz de la vida de ellos?».
«Es necesario, en una formación cristiana sólida, un encuentro interpelante con el Dios de la Palabra, que cambie, modifique las conductas hasta volverlas cristianas. Es necesario por lo tanto replantear la manera en que educamos en ola fe bíblica, para la vida de los cristianos».
«Vida que se manifieste en todos los aspectos, y que abarque la totalidad de las acciones, no solamente la vida al interior de nuestros templos», dijo.