CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 14 marzo 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha enviado un mensaje de pésame al recibir la noticia del fallecimiento a los 88 años, Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares.
El Papa, que no esconde su «profunda emoción», rinde homenaje a «una vida larga y fecunda caracterizada incansablemente por su amor hacia Jesús abandonado».
«En esta hora de separación dolorosa –asegura el Santo Padre– estoy cercano espiritualmente y con afecto a los familiares y a toda la Obra de María –Movimiento de los Focolares–, que ella fundó, como a todos los que han apreciado su compromiso constante por la comunión en la Iglesia, el diálogo ecuménico y la hermandad entre todos los pueblos».
El Papa da «gracias a Dios por el testimonio de su existencia dedicada a la escucha de las necesidades del ser humano contemporáneo en plena fidelidad a la Iglesia y al Papa».
Mientas confía «su alma a la Bondad Divina para que la acoja en el seno del Padre», el obispo de Roma desea que «cuantos la conocieron y encontraron admirando las maravillas que Dios cumplió a través de su entrega misionera sigan sus huellas manteniendo vivo su carisma».
El Movimiento, que Chiara Lubich comenzó en Trento, en 1943, cuando tenía 23 años, ha alcanzado una difusión mundial (182 países), con más de dos millones de adherentes y una irradiación entre varios millones de personas, difícilmente cuantificable.