GINEBRA, martes, 29 mayo 2007 (ZENIT.org).- Para destacar la urgencia de la paz en Palestina e Israel después de 40 años de ocupación, el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), las iglesias miembros y otras organizaciones organizan una semana de oraciones, seminarios y actividades de difusión para señalar este mes de junio el aniversario de la guerra árabe-israelí de 1967.
La iniciativa lleva el nombre de «Acción Internacional de las Iglesias en favor de la Paz en Palestina e Israel, 3-9 de junio de 2007».
La semana tiene por objeto sensibilizar a las iglesias, comunidades cristianas y a la sociedad civil y recalcar a los gobiernos la necesidad de realizar nuevos esfuerzos para poner fin al conflicto y negociar una solución justa.
Participantes de numerosos países, desde Australia hasta Suecia y desde Canadá hasta Sudáfrica, están organizando marchas de paz, reuniones con sus gobiernos o foros públicos. Para dar comienzo a la semana, el sábado 3 de junio tendrá lugar en Jerusalén un servicio ecuménico.
En los Estados Unidos, grupos de iglesias están adhiriéndose a manifestaciones públicas masivas.
En Bruselas y otras capitales europeas, miembros de Pax Christi integran delegaciones conjuntas de la Iglesia católica ante la Unión Europea y sus miembros.
En Sudáfrica, se ha solicitado a la emisora nacional de radiodifusión que se realice debates con acompañantes ecuménicos, voluntarios del CMI que han vivido con personas afectadas por la ocupación.
En Sydney, se celebrará un servicio interreligioso al que seguirá la plantación de un olivo en compañía de la comunidad palestina local. En la mayoría de los actos de la semana podrán participar personas de diferentes confesiones religiosas.
Se sabe que habrá actos en 14 países, pero se espera recibir aún noticias de otro centenar de países miembros del CMI y de Pax Christi, así como de la Federación Luterana Mundial, la cual ha hecho suya la iniciativa.
Las oraciones y lecturas del servicio ecuménico en Jerusalén se han distribuido en todo el mundo. En Filipinas, en los Países Bajos y en congregaciones dispersas de Australia, se espera que las parroquias que utilizarán el servicio generen una amplia participación.