CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 25 abril 2007 (ZENIT.org).- «El perdón» y el «deber de defender» son los dos elementos de la respuesta al terrorismo, recalca el arzobispo Agostino Marchetto, secretario del Consejo Pontificio para los Emigrantes e Itinerantes.
Los expuso el lunes al presentar el seminario mundial -en marcha hasta el jueves- de los capellanes católicos y miembros de las capellanías de aviación civil, convocado en torno al «Diálogo en las capellanías de aeropuerto para una respuesta al terrorismo».
«Consideramos que es nuestro deber de fieles responder al terrorismo con el perdón, permitiendo, sin embargo, que la justicia siga su debido curso legal», afirmó el prelado.
«Al mismo tiempo -prosiguió-, sabemos que existe el deber de defendernos a nosotros mismos y a todas las personas inocentes que nos rodean, especialmente en los aeropuertos, donde desarrollamos nuestra misión, sin olvidar en cambio que los derechos humanos deben ser necesariamente respetados».
Señala el arzobispo Marchetto que las «medidas represivas y punitivas no son suficientes, por sí solas, para hacer frente al terrorismo», sino que «es necesario trabajar juntos para ser eficaces».
Concluyó constatando la necesidad de que las grandes religiones del mundo «trabajen juntas para responder al terrorismo, en particular subrayando la dignidad de la persona humana y difundiendo una compresión más clara de la unicidad de la familia de los pueblos».