ROMA, viernes, 24 noviembre 2006 (ZENIT.org).- Según el obispo Luigi Padovese, OFMCap, vicario apostólico de Anatolia, la presencia de católicos en Turquía y, especialmente, la presencia de sacerdotes católicos «se percibe como algo que se contrapone al nacionalismo turco».
En una reciente entrevista concedida a la Sección italiana de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), el prelado explicó: «Por ello, el Papa no sólo viene a darnos ánimos, sino también a fortalecernos en nuestra identidad cristiana, pues somos una pequeña minoría que, a menudo, debe hacerse ‘menos visible’ con el fin de evitar serios problemas en la coexistencia social y religiosa».
Haciendo referencia a la «huida de cerebros» católicos de Turquía, monseñor Padovese dijo: «Los católicos que disponen de recursos envían a sus hijos a estudiar al extranjero, de donde, en la mayoría de los casos, no suelen regresar … De hecho, la mayor parte de los cristianos turcos son mano de obra, por lo que muchos están en el desempleo».
En cuanto al problema de las iglesias confiscadas, señaló: «Como consecuencia del deseo de reducir la presencia cristiana, en los pueblos y las pequeñas ciudades han ido quedando iglesias sin comunidades, en cuyo caso, las autoridades confiscan los edificios».
Para concluir, abordó el tema de la conversión al cristianismo: «La Iglesia católica ha optado por no hacer proselitismo, pero está a disposición de quienes muestren interés por el cristianismo. Nuestras iglesias siempre están abiertas por la tarde para todo aquél que desee hablar con los sacerdotes».
Y añadió: «El Islam es la religión y la vida en sociedad, la religión y la cultura; por ello, elegir otra fe equivale a aislarse del propio contexto social, algo que, en ocasiones, acarrea serias consecuencias».
