La cruz de Lampedusa, realizada por el carpintero Franco Tuccio con madera de las embarcaciones llegadas a la isla siciliana con decenas de inmigrantes, participó este domingo en el rezo del Ángelus, presidido como de costumbre por el papa Francisco en la plaza de San Pedro.
Con motivo del Jubileo de los Migrantes y la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, también acudieron a la tradicional cita dominical siete mil personas procedentes de unos 30 países y residentes en la región italiana del Lazio.
Tras la plegaria mariana, el cardenal Antonio Maria Vegliò, presidente del Pontificio Consejo para los Migrantes e Itinerantes, ofició la Santa Misa en la basílica de San Pedro. A un lado del altar fue colocada la cruz de Lampedusa, que bendijo el Pontífice antes del comienzo de una audiencia general en abril de 2014.
Durante la ceremonia religiosa, el purpurado consagró las formas elaboradas por tres condenados por homicidio. Los numerosos inmigrantes presentes en la celebración eucarística ya habían atravesado con anterioridad la Puerta Santa del principal templo de la cristiandad, para ganar la indulgencia plenaria en el marco del Año de la Misericordia.
Con 2,80 metros de alto, 1,50 metros de ancho y 60 kilos, la simbólica cruz inició hace varios meses una peregrinación por la geografía italiana para llevar un mensaje de solidaridad y paz entre las comunidades, parroquias, culturas, ciudades y credos.
La iniciativa, denominada Viaje de la cruz de Lampedusa, está promovida por la fundación Casa del Espíritu y de las Artes, una entidad activa desde hace varios años en Milán. La cruz será acogida de manera definitiva en la iglesia de San Esteban, en la capital lombarda, una vez finalice su periplo por las parroquias de toda Italia.
La cruz de Lampedusa vuelve a Roma tras una larga peregrinación
Participó este domingo en los actos programados para la celebración del Jubileo de los Migrantes