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Jueves 11 de febrero de 2016

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El Papa en Sta. María la Mayor reza por el viaje a México

El Pontífice ha rezado esta mañana ante el icono de la Salus Populi Romani y después en San Juan de Letrán ha confesado a algunos sacerdotes durante el encuentro con el clero de su diócesis
La reunión con el clero romano es de carácter “penitencial –explica el cardenal vicario Agostino Vallini en la carta de presentación del evento publicada en la página web de la Vicaría– para experimentar la misericordia de Dios y también poder ser ministros de misericordia en las comunidades que nos han sido confiadas”. El encargado de guiar el encuentro es Mons. Angelo De Donatis, que preside el Servicio de Formación Permanente del Clero. Como signo cuaresmal, las ofrendas recogidas entre los sacerdotes durante la reunión serán entregadas a Cáritas. El cardenal Vallini además ha señalado que el Santo Padre ha regalado su libro, “El nombre de Dios es Misericordia”, a todos los sacerdotes del clero romano.

Tres años atrás Benedicto XVI presentó su renuncia

Su sucesor, el papa Francisco, prosigue las reformas indicadas por el Pontífice emérito
“He convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicar una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia” dijo el Papa.
Y llegó el anuncio: “Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino”.
Y prosiguió: “Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, sucesor de san Pedro, que me fue confiado por medio de los cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice”.
Así precisó que permanecería hasta 28 de febrero, día que se despidió definitivamente desde el balcón de la residencia de Castel Gandolfo, en donde se retiró aproximadamente un mes hasta que regresó al monasterio Mater Ecclesiae, ubicado en el interior del Vaticano, para ser “simplemente un peregrino que empieza la última etapa de su peregrinación en esta tierra”.
Se siguieron diversas conferencias en la sala de prensa de la Santa Sede en donde se explicaron y nacieron inquietudes diversas: desde cómo vestiría y se llamaría Benedicto XV después de su dimisión, hasta qué rol tendría en la Iglesia después del siguiente cónclave. “No existen dudas sobre su renuncia, visto que lo ha hecho del modo válido previsto por el derecho canónico”, precisó el director de la Oficina de Prensa, padre Federico Lombardi.
Ese 28 de febrero en Castel Galdonfo se despidió diciendo: “Gracias. Gracias a vosotros. Queridos amigos, me alegra estar con vosotros, rodeado por la belleza de la creación y por vuestra simpatía, que me hace mucho bien. Gracias por vuestra amistad, por vuestro afecto. Sabéis que para mí este es un día distinto de otros anteriores. Ya no soy Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. Todavía lo seré hasta las ocho de esta tarde, después ya no. Soy simplemente un peregrino que empieza la última etapa de su peregrinación en esta tierra. Pero quisiera trabajar todavía con mi corazón, con mi amor, con mi oración, con mi reflexión, con todas mis fuerzas interiores, por el bien común y el bien de la Iglesia y de la humanidad. Y me siento muy apoyado por vuestra simpatía. Caminemos junto al Señor por el bien de la Iglesia y del mundo. Gracias, y ahora  imparto de todo corazón mi Bendición. Que les bendiga Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Gracias, buenas noches. Gracias a todos.”
Monseñor Alfred Xuereb, ya prelado de antecámara pontificia con Juan Pablo II, luego segundo secretario de Benedicto XVI y después primer secretario particular de papa Francisco, indicó en una entrevista concedida a ZENIT:
“Existía el riesgo de que llegaran muchas críticas contra el papa Benedicto XVI, muchos habrían dicho: ‘Ha comenzado una obra y no ha tenido el valor de completarla’. Sin embargo, yo he visto la heroicidad de este gesto: él no ha cedido ante el riesgo que su renuncia pudiera ser considerada una falta debido a la timidez, sino que estaba convencido que aquello era lo que el Señor le pedía en ese momento”.
Monseñor Alfred Xuereb era uno de los pocos –junto con monseñor Georg Ratzinger, monseñor Georg Gänswein y las cuatro Memores Domini– que conocía las intenciones de Joseph Ratzinger de renunciar al ministerio petrino.
Así el portavoz del Vaticano en inglés, el sacerdote Thomas Rosica, explicó a ZENIT cuanto sucedido: “El Papa asustó a los hermanos cardenales reunidos en Consistorio de una mañana de febrero, saludando con las palabras conmovedoras que quedaron para la historia.
Benedicto XVI presentó su renuncia libremente, de acuerdo con el Código de Derecho Canónico de la Iglesia. Fue una decisión sin precedentes en la historia moderna que ofreció a la Iglesia y al mundo una profunda enseñanza. Con su decisión audaz y valiente, Benedicto nos ha dicho que debemos ser dolorosamente honestos con la condición humana, que no podemos estar encadenados a la historia. Un hombre que había sido la muestra de la tradición, que tenía desde siempre la etiqueta de ‘conservador’, nos dejó con uno de los gesto más progresistas hechos por un Papa”.
El gesto, a pesar de lo progresista e insólito obtuvo fuerte respaldo  no sólo en la Iglesia, sino entre personalidades de todo el mundo.
Su renuncia es una decisión excepcional en la historia del papado, ya que, el sumo pontífice dimisionario más próximo fue Gregorio XII (1415), y el precedente Celestino V (1294).
Con la elección del papa Francisco, prosiguen los rumbos marcados por Benedicto XVI, en particular el de tolerancia cero hacia los pecados de abusos sexuales en la Iglesia, y el de transparencia financiera. Así el  vaticanista Salvatore Izzo en entrevista a ZENIT, explicó por qué son dos Papas diversos con enfoques enteramente complementarios.
Y en todo este tiempo, han sido numerosas las muestras de cercanía y afecto que el Pontífice emérito ha recibido por parte de su sucesor en la guía de la Barca de Pedro.

El Patriarca ruso se reúne este jueves en Cuba con Raúl Castro

Kirill de Moscú llega hoy a La Habana para iniciar una visita oficial a la isla caribeña. El viernes tendrá lugar el histórico encuentro entre la cabeza de la Iglesia Ortodoxa Rusa y el papa Francisco
El patriarca Kirill de Moscú, máxima autoridad de la Iglesia Ortodoxa Rusa, llega este jueves a La Habana para iniciar una visita oficial a la isla caribeña. Durante su estancia, se reunirá con el presidente cubano, Raúl Castro, y con el papa Francisco.
Antes de despegar del aeropuerto internacional de Moscú-Vnúkovo, el líder religioso ha confiado al embajador extraordinario y plenipotenciario de Cuba, Emilio R. Lozada García, que él siempre visita la Isla “con un sentimiento especial, porque hay mucho que nos une con ella en la historia de nuestro pueblo”. “De todo corazón, deseo prosperidad a su extraordinario país”, ha dicho. Por su parte, el diplomático ha asegurado que el Patriarca ruso siempre será un huésped bienvenido en Cuba y le ha deseado un viaje fructífero.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores cubano ha confirmado que está previsto que el Patriarca mantenga hoy jueves una reunión con Castro “como parte de su programa oficial”, un día antes del esperado encuentro con el papa Francisco.
Será la primera vez en la historia que las cabezas de la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa Rusa se estrechen la mano. El acto se llevará a cabo este viernes en la capital cubana, donde el Santo Padre hará escala de camino a México, hacia donde realizará la visita apostólica hasta el próximo 18 de febrero. El encuentro incluirá una entrevista privada en el aeropuerto internacional José Martí y terminará con la firma de una declaración conjunta.
El metropolita Hilarion de Volokolamsk, que acompaña al patriarca Kirill de Moscú a La Habana para la reunión con el papa Francisco, en una breve entrevista con Interfax poco antes de partir hacia la isla caribeña, ha precisado que: “El texto de la declaración conjunta fue negociado por las partes hasta ayer (miércoles) por la noche”. “Se han introducido los cambios en cuestión. Ahora cabe esperar que el documento en su versión acordada sea presentado en la reunión del Patriarca y el Papa”, ha añadido. Se podrían introducir cambios en el texto de este documento en el transcurso de la misma reunión, ha reconocido el Metropolita, que no ha divulgado su contenido.

Programa del viaje del Papa Francisco a México y escala en Cuba

Del miércoles 12 al martes 17 de febrero. Horario local y europeo
Viernes 12 de febrero de 2016
8.15 – Parte el avión desde el aeropuerto Fiumicino  de Roma.
14:00 – Escala en Cuba (20:00 hs. hora central europea)
Raúl Castro encuentra al Papa y lo acompaña hasta el patriarca Kirill
16:15 – Discurso del Papa y del Patriarca  (22:15 hora central europea)
Declaración conjunta
17,10 Francisco parte hacia Ciudad de México. (23:10 hora central europea).
19.30 – Llegada al aeropuerto internacional “Benito Juárez” de Ciudad de México – Recibimiento oficial (2:30 hora central europea)
Sábado 13 de febrero
9.30 – Ceremonia de bienvenida en el Palacio Nacional – Visita de cortesía al Presidente de la República. (16:30 hora central europea)
10.15 – Encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático (Primer discurso del Papa). (17:15 hora central europea)
11.30 – Encuentro con los obispos de México en la Catedral (Discurso). (18:30, hora central europea).
17.00 – Santa Misa en la Basílica de Guadalupe (Homilía). ( media noche, hora central europea)
Domingo 14 de febrero
10.15 – Traslado en helicóptero a Ecatepec. (1 7.15 hora central europea)
11.30 – Santa Misa en el área del Centro de Estudios de Ecatepec (Homilía). (18:30 hora central europea).
Ángelus y discurso  (19:30, hora central europea).
14.00 – Almuerzo con el séquito papal en el seminario diocesano de Ecatepec. (20:00 hora central europea)
16.45 – Traslado en helicóptero a Ciudad de México.  (22:45 hora central europea)
17.15 – Llegada a Ciudad de México. (23:15 hora central europea).
17.45 – Visita al Hospital pediátrico “Federico Gómez”. (23:45 hora central europea)
Lunes 15 de febrero
7.30 – Salida en avión hacia Tuxtla Gutiérrez (14:30  hora central europea)
9.15 – Traslado en helicóptero a San Cristóbal de Las Casas (16:15  hora central europea)
10.15 – Santa Misa con las comunidades indígenas de Chiapas en el Centro deportivo municipal (Homilía).  (17:15 hora central europea)
13.00 – Almuerzo con representantes de indígenas y el séquito papal. (20:00  hora central europea)
15.00 – Visita a la Catedral de San Cristóbal de las Casas. (22:00  hora central europea)
15.35 – Traslado en helicóptero a Tuxtla Gutiérrez. (22:35  hora central europea)
16.15 – Encuentro con las familias en el estadio “Víctor Manuel Reyna” de Tuxtla Gutiérrez (Discurso). (23:15  hora central europea)
18.10 – Salida en avión hacia Ciudad de México. (1:10 de la madrugada, hora central europea)
20.00 – Llegada al aeropuerto de Ciudad de México (3:00 de la madrugada,  hora central europea)
Martes 16 de febrero de 2016
7.50 – Salida en avión hacia Morelia.  (14:50  hora central europea)
10.00 – Santa Misa con sacerdotes, religiosas, religiosos, consagrados y seminaristas (Homilía). (17:00)
15.20 – Visita a la Catedral. (22:20  hora central europea).
16.30 – Encuentro con los jóvenes en el estadio “José María Morelos y Pavón” (Discurso). (23:30  hora central europea).
18.30 – Salida en avión hacia Ciudad de México. (1:30 de la madrugada, hora central europea).
19.35 – Llegada a Ciudad de México. (2:30 de la madrugada, hora central europea)
Miércoles 17 de febrero
8.35 Salida en avión hacia Ciudad Juárez. (13:30  hora central europea).
10.00 – Llegada al aeropuerto internacional “Abraham González” de Ciudad Juárez (18:00  hora central europea).
10.30 – Visita al Centro de Readaptación Social (Cereso) número 3 (Discurso). (18:30  hora central europea).
12.00 – Encuentro con el mundo del trabajo en el Colegio de Bachilleres del Estado de Chihuahua (Discurso).  (20:00 hora central europea)
16.00 – Santa Misa en el área de la feria de Ciudad Juárez (Homilía). (Media noche,  hora central europea).
19.00 – Ceremonia de despedida en el aeropuerto internacional de Ciudad Juárez. (3:00 de la madrugada, hora central europea)
19.15 – Salida en avión hacia el aeropuerto de Ciampino en Roma. (3:15 de la madrugada, hora central europea).

Francisco: unidad y pluralidad

El obispo de San Cristóbal de las Casas indica que el Papa autorizará el uso de las lenguas indígenas en la liturgia. Pide ‘No usar lo religioso para aprovechar los reflectores mediáticos’
VER
Acercándose la visita del Papa a nuestro Estado, han vuelto a aflorar los conflictos internos que hay en algunas comunidades, por problemas agrarios y políticos no resueltos, por la inconformidad con las reformas hechas en el país, por las diferencias religiosas. Unos, que se declaran evangélicos, alegan haber sido expulsados por católicos, por motivo religiosos, lo cual hay que matizar mucho. Hay incidencias religiosas, pero el fondo es de otra índole. Se saca a relucir lo religioso, para sobredimensionarlo. Y como saben que el Papa estará en la Catedral, abundan los plantones y las manifestaciones, no contra el Papa ni contra la diócesis, sino para aprovechar los reflectores mediáticos que están a la caza de cualquier situación que empañe la visita pastoral del Papa.
PENSAR
El Papa Francisco nos ha invitado de muchas maneras a construir la unidad dentro de la legítima pluralidad; a procurar la armonía y la convivencia entre personas, grupos, creencias y culturas. Es decir, que es sano y enriquecedor que haya diferencias, que haya diversas formas de ser, de pensar y de vivir la fe, no para enfrentarnos y destruirnos, sino para complementarnos. Nos ha dicho:
“Descubrir a Jesús en el rostro de los demás, en su voz, en sus reclamos. Vivir juntos, mezclarnos, encontrarnos, tomarnos de los brazos, apoyarnos, participar de una verdadera experiencia de fraternidad. ¡No a la guerra entre nosotros! ¡Sí a las relaciones nuevas que genera Jesucristo! ¡No nos dejemos robar el ideal del amor fraterno! ¡No nos dejemos robar la comunidad!
Hay que construir puentes, en vez de levantar muros. La unidad es saber escuchar, aceptar las diferencias, tener la libertad de pensar diversamente y manifestarlo con todo respeto hacia el otro, que es mi hermano. No tengan miedo de las diferencias.
Que el diálogo entre nosotros ayude a construir puentes entre todos los hombres, de modo que cada uno pueda encontrar en el otro no un enemigo, no un contendiente, sino un hermano para acogerlo y abrazarlo. Dejar el rencor, la rabia, la violencia y la venganza son condiciones necesarias para vivir felices.
Las religiones tienen el derecho y el deber de dejar claro que es posible construir una sociedad en la que un sano pluralismo que respete a los diferentes y los valore como tales, es un aliado valioso en el empeño por la defensa de la dignidad humana y un camino de paz para nuestro mundo tan herido por las guerras. Dios bendiga a quienes trabajan por el diálogo y la unidad de los cristianos”.
El Papa nos entregará un decreto que autoriza el uso de las lenguas indígenas en la liturgia. Esto es un gran paso para vivir la catolicidad, la universalidad, la legitimidad de recibir la Palabra de Dios y de celebrar el culto cristiano no sólo en la diversidad de idiomas, sino también en las formas diferentes de expresar y vivir la fe católica:
“Es imperiosa la necesidad de evangelizar las culturas para inculturar el Evangelio. El cristianismo no tiene un único modo cultural. Una sola cultura no agota el misterio de la redención de Cristo. La uniformidad no es católica, no es cristiana. La unidad católica es diversa, pero es una. La unidad no es uniformidad.
La diversidad cultural no amenaza la unidad. La unidad nunca es uniformidad, sino multiforme armonía. Sólo el Espíritu Santo puede suscitar la diversidad, la pluralidad, la multiplicidad y, al mismo tiempo, realizar la unidad.
La visión consumista del ser humano, alentada por los engranajes de la actual economía globalizada, tiende a homogeneizar las culturas y a debilitar la inmensa variedad cultural, que es un tesoro de la humanidad”.
ACTUAR
Aprendamos a convivir, a escucharnos, a respetarnos, sabiendo que no tenemos toda la razón, que no somos dueños de toda la verdad, que no son malos todos los demás. Dialogar es expresión de sabiduría, de que somos personas sensatas y de mente abierta. Condenar todo y a todos los que piensan en forma diferente, a los que viven su fe en modo distinto, a quienes son de otros grupos, partidos, organizaciones y religiones, es tener una mente muy reducida y un corazón muy chiquito.

La Jornada Mundial del Enfermo se celebró hoy en Tierra Santa

El programa contó con varias celebraciones litúrgicas que culminaron en la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes
La Jornada Mundial del Enfermo se ha celebrado este 11 de febrero en Tierra Santa, por petición del papa Francisco. El evento ha tenido lugar en la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes.
En su tradicional mensaje, el Santo Padre pidió que se realice en Tierra Santa porque fue el lugar “donde Jesús realizó su primer milagro gracias a la mediación de su Madre”. El tema elegido, se inscribe en el marco del Jubileo de la Misericordia. Por ello, el Pontífice señala que “la Celebración eucarística central de la Jornada, el 11 de febrero de 2016, memoria litúrgica de Nuestra Señora de Lourdes, tendrá lugar precisamente en Nazaret, donde la Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros”. Es allí donde Jesús inició su misión salvífica, en favor de los pobres y oprimidos.
La delegación pontificia para el evento estuvo presidida por el arzobispo Zygmunt Zimowski, presidente del Consejo Pontificio para los Agentes Sanitarios, y el programa ha tenido varias celebraciones litúrgicas en diversas ciudades de Tierra Santa, las cuales han iniciado el domingo 7 en Ramallah.
Formó parte del programa un Simposio dedicado a los problemas relacionados con el cuidado de los enfermos terminales y con las cuestiones éticas del final de la vida que se realizó el martes 9 de febrero en el Notre Dame de Jerusalem Center.
Como indica el Santo Padre, “podemos ser manos, brazos, corazones que ayudan a Dios a realizar sus prodigios, con frecuencia escondidos. También nosotros, sanos o enfermos, podemos ofrecer nuestras fatigas y sufrimientos como el agua que llenó las tinajas en las bodas de Caná y fue transformada en vino bueno”.
En Lourdes, la Virgen ha querido manifestar su amor materno especialmente a los que sufren y a los enfermos. Desde entonces sigue haciéndose presente con constante solicitud. Este santuario ubicado en los Altos Pirineos franceses es actualmente el primer destino de peregrinación mariana del mundo. No en vano, son más de 6 millones de peregrinos los que lo visitan cada año. De ellos, más de cien mil son enfermos que acuden en busca de alivio y consuelo.
La primera aparición
El 11 de febrero de 1858, Bernardita recogía leña en Massabielle, en las afueras de Lourdes, cuando acercándose a una gruta, una ráfaga de viento la sorprendió y vio una nube dorada y a una Señora vestida de blanco, con sus pies descalzos cubiertos por dos rosas doradas, que parecían apoyarse sobre las ramas de un rosal, en su cintura tenia una ancha cinta azul, sus manos juntas estaban en posición de oración y llevaba un rosario.
La niña al principio se asustó, pero luego comenzó a rezar el rosario que siempre llevaba consigo, al mismo tiempo que la pequeña, la Señora pasaba las cuentas del suyo entre sus dedos, al finalizar, la Virgen María retrocedió hacia la Gruta y desapareció. Estas apariciones se repitieron 18 veces, hasta el día 16 de julio.
Leer el mensaje del papa Francisco por la Jornada Mundial del Enfermo

Mensaje del Papa para la Cuaresma 2016

«“Misericordia quiero y no sacrificio” (Mt 9,13). Las obras de misericordia en el camino jubilar»
Publicamos a continuación el texto completo del Mensaje del papa Francisco para la Cuaresma de 2016, que inició este miércoles de cenizas, 11 de febrero
1. María, icono de una Iglesia que evangeliza porque es evangelizada
En la Bula de convocación del Jubileo invité a que «la Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida
con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios» (Misericordiae vultus, 17). Con la invitación a escuchar la Palabra de Dios y a participar en la iniciativa «24 horas para el Señor» quise hacer hincapié en la primacía de la escucha orante de la Palabra, especialmente de la palabra profética. La misericordia de Dios, en efecto, es un anuncio al mundo: pero cada cristiano está llamado a experimentar en primera persona ese anuncio. Por eso, en el tiempo de la Cuaresma enviaré a los Misioneros de la Misericordia, a fin de que sean para todos un signo concreto de la cercanía y del perdón de Dios.
María, después de haber acogido la Buena Noticia que le dirige el arcángel Gabriel, María canta proféticamente en el Magnificat la misericordia con la que Dios la ha elegido. La Virgen de Nazaret, prometida con José, se convierte así en el icono perfecto de la Iglesia que evangeliza, porque fue y sigue siendo evangelizada por obra del Espíritu Santo, que hizo fecundo su vientre virginal. En la tradición profética, en su etimología, la misericordia está estrechamente vinculada, precisamente con las entrañas maternas (rahamim) y con una bondad generosa, fiel y compasiva (hesed) que se tiene en el seno de las relaciones conyugales y parentales.
2. La alianza de Dios con los hombres: una historia de misericordia
El misterio de la misericordia divina se revela a lo largo de la historia de la alianza entre Dios y
su pueblo Israel. Dios, en efecto, se muestra siempre rico en misericordia, dispuesto a derramar en su pueblo, en cada circunstancia, una ternura y una compasión visceral, especialmente en los momentos más dramáticos, cuando la infidelidad rompe el vínculo del Pacto y es preciso ratificar la alianza de modo más estable en la justicia y la verdad. Aquí estamos frente a un auténtico drama de amor, en el cual Dios desempña el papel de padre y de marido traicionado, mientras que Israel el de hijo/hija y el de esposa infiel. Son justamente las imágenes familiares —como en el caso de Oseas (cf. Os 1-2)— las que expresan hasta qué punto Dios desea unirse a su pueblo.
Este drama de amor alcanza su culmen en el Hijo hecho hombre. En él Dios derrama su ilimitada misericordia hasta tal punto que hace de él la «Misericordia encarnada» (Misericordiae vultus, 8). En efecto, como hombre, Jesús de Nazaret es hijo de Israel a todos los efectos. Y lo es hasta tal punto que encarna la escucha perfecta de Dios que el Shemà requiere a todo judío, y que todavía hoy es el corazón de la alianza de Dios con Israel: «Escucha, Israel: El Señor es nuestro Dios, el Señor es uno solo. Amarás, pues, al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas» (Dt 6,4-5). El Hijo de Dios es el Esposo que hace cualquier cosa por ganarse el amor de su Esposa, con quien está unido con un amor incondicional, que se hace visible en las nupcias eternas con ella.
Es éste el corazón del kerygma apostólico, en el cual la misericordia divina ocupa un lugar central y fundamental. Es «la belleza del amor salvífico de Dios manifestado en Jesucristo muerto y resucitado» (Exh. ap. Evangelii gaudium, 36), el primer anuncio que «siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras y siempre hay que volver a anunciar de una forma o de otra a lo largo de la catequesis» (ibíd., 164). La Misericordia entonces «expresa el comportamiento de Dios hacia el pecador, ofreciéndole una ulterior posibilidad para examinarse, convertirse y creer» (Misericordiae vultus, 21), restableciendo de ese modo la relación con él. Y, en Jesús crucificado, Dios quiere alcanzar al pecador incluso en su lejanía más extrema, justamente allí donde se perdió y se alejó de Él. Y esto lo hace con la esperanza de poder así, finalmente, enternecer el corazón endurecido de su Esposa.
3. Las obras de misericordia
La misericordia de Dios transforma el corazón del hombre haciéndole experimentar un amor
fiel, y lo hace a su vez capaz de misericordia. Es siempre un milagro el que la misericordia divina se irradie en la vida de cada uno de nosotros, impulsándonos a amar al prójimo y animándonos a vivir lo que la tradición de la Iglesia llama las obras de misericordia corporales y espirituales. Ellas nos recuerdan que nuestra fe se traduce en gestos concretos y cotidianos, destinados a ayudar a nuestro prójimo en el cuerpo y en el espíritu, y sobre los que seremos juzgados: nutrirlo, visitarlo, consolarlo y educarlo.
Por eso, expresé mi deseo de que «el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina» (ibíd., 15). En el pobre, en efecto, la carne de Cristo «se hace de nuevo visible como cuerpo martirizado, llagado, flagelado, desnutrido, en fuga… para que nosotros lo reconozcamos, lo toquemos y lo asistamos con cuidado» (ibíd.). Misterio inaudito y escandaloso la continuación en la historia del sufrimiento del Cordero Inocente, zarza ardiente de amor gratuito ante el cual, como Moisés, sólo podemos quitarnos las sandalias (cf. Ex 3,5); más aún cuando el pobre es el hermano o la hermana en Cristo que sufren a causa de su fe.
Ante este amor fuerte como la muerte (cf. Ct 8,6), el pobre más miserable es quien no acepta reconocerse como tal. Cree que es rico, pero en realidad es el más pobre de los pobres. Esto es así porque es esclavo del pecado, que lo empuja a utilizar la riqueza y el poder no para servir a Dios y a los demás, sino parar sofocar dentro de sí la íntima convicción de que tampoco él es más que un pobre mendigo. Y cuanto mayor es el poder y la riqueza a su disposición, tanto mayor puede llegar a ser este engañoso ofuscamiento. Llega hasta tal punto que ni siquiera ve al pobre Lázaro, que mendiga a la puerta de su casa (cf. Lc 16,20-21), y que es figura de Cristo que en los pobres mendiga nuestra conversión.
Lázaro es la posibilidad de conversión que Dios nos ofrece y que quizá no vemos. Y este ofuscamiento va acompañado de un soberbio delirio de omnipotencia, en el cual resuena siniestramente el demoníaco «seréis como Dios» (Gn 3,5) que es la raíz de todo pecado. Ese delirio también puede asumir formas sociales y políticas, como han mostrado los totalitarismos del siglo XX, y como muestran hoy las ideologías del pensamiento único y de la tecnociencia, que pretenden hacer que Dios sea irrelevante y que el hombre se reduzca a una masa para utilizar. Y actualmente también pueden mostrarlo las estructuras de pecado vinculadas a un modelo falso de desarrollo, basado en la idolatría del dinero, como consecuencia del cual las personas y las sociedades más ricas se vuelven indiferentes al destino de los pobres, a quienes cierran sus puertas, negándose incluso a mirarlos.
La Cuaresma de este Año Jubilar, pues, es para todos un tiempo favorable para salir por fin de nuestra alienación existencial gracias a la escucha de la Palabra y a las obras de misericordia. Mediante las corporales tocamos la carne de Cristo en los hermanos y hermanas que necesitan ser nutridos, vestidos, alojados, visitados, mientras que las espirituales tocan más directamente nuestra condición de pecadores: aconsejar, enseñar, perdonar, amonestar, rezar. Por tanto, nunca hay que separar las obras corporales de las espirituales. Precisamente tocando en el mísero la carne de Jesús crucificado el pecador podrá recibir como don la conciencia de que él mismo es un pobre mendigo.
A través de este camino también los «soberbios», los «poderosos» y los «ricos», de los que habla el Magnificat, tienen la posibilidad de darse cuenta de que son inmerecidamente amados por Cristo crucificado, muerto y resucitado por ellos. Sólo en este amor está la respuesta a la sed de felicidad y de amor infinitos que el hombre —engañándose— cree poder colmar con los ídolos del saber, del poder y del poseer. Sin embargo, siempre queda el peligro de que, a causa de un cerrarse cada vez más herméticamente a Cristo, que en el pobre sigue llamando a la puerta de su corazón, los soberbios, los ricos y los poderosos acaben por condenarse a sí mismos a caer en el eterno abismo de soledad que es el infierno. He aquí, pues, que resuenan de nuevo para ellos, al igual que para todos nosotros, las lacerantes palabras de Abrahán: «Tienen a Moisés y los Profetas; que los escuchen» (Lc 16,29). Esta escucha activa nos preparará del mejor modo posible para celebrar la victoria definitiva sobre el pecado y sobre la muerte del Esposo ya resucitado, que desea purificar a su Esposa prometida, a la espera de su venida.
No perdamos este tiempo de Cuaresma favorable para la conversión. Lo pedimos por la intercesión materna de la Virgen María, que fue la primera que, frente a la grandeza de la misericordia divina que recibió gratuitamente, confesó su propia pequeñez (cf. Lc 1,48), reconociéndose como la humilde esclava del Señor (cf. Lc 1,38).
Vaticano, 4 de octubre de 2015
Fiesta de San Francisco de Asís
Texto distribuido por la Sala de Prensa del Vaticano

© Copyright – Libreria Editrice Vaticana

Los obispos peruanos piden considerar los programas antes de votar

Defensa integral de la vida, igualdad de oportunidades, lucha a la pobreza, acceso a la educación, son los temas fundamentales para las elecciones del 10 de abril
Ante la proximidad de las elecciones presidenciales, los obispos de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) han realizado este miércoles un llamamiento a los electores para que emitan un voto con criterio ético tomando en cuenta las hojas de vida de los candidatos.
Las elecciones se realizarán el 10 de abril de 2016, para elegir al presidente, vicepresidentes, congresistas de la república y parlamentarios andinos para el periodo 2016-2021. Si el candidato presidencial no obtiene la mitad más  uno de los votos, habrá un segundo turno en el mes de mayo.
En el comunicado, los prelados peruanos han precisado que la representación política está atravesando por una crisis debido a las denuncias y cuestionamientos de algunos postulantes y a la vez líderes de los principales partidos políticos. Asimismo, han considerado que muchos de los ciudadanos asistirán con escepticismo y desconfianza al nuevo proceso electoral, debido a la “grave crisis de representación política” en esta coyuntura del país.
“Nuestro sistema político está afectado por elevados índices de corrupción. La sociedad civil no ha desarrollado aún los mecanismos de supervisión y vigilancia ciudadanas para exigir a nuestros representantes el cumplimiento de sus promesas electorales”, señalan en su mensaje.
En ese sentido, la CEP considera que la ciudadanía debe tomar en cuenta los planes de gobierno de los candidatos a fin de elegir a los próximos representantes, tanto al presidente como a los congresistas, que les guiarán hacia la celebración del bicentenario de la nación.
“Esta satisfacción (del bicentenario) viene empañada por una cierta tristeza y perplejidad, al ver cómo se desarrolla el proceso electoral. La conformación de las listas parece haber dejado de lado la propuesta programática”, añade la nota. Igualmente, plantea descartar a los postulantes “corruptos y a los oportunistas”.
No obstante, los obispos peruanos reconocen que la sociedad ya está tomando conciencia de algunos acontecimientos. “La ciudadanía va tomando conciencia de que para lograr el desarrollo integral sostenible no basta con hacer principalmente obras de infraestructura, ni basar el crecimiento económico únicamente en factores externos”, dicen.
La declaración sugiere evaluar las promesas de campaña, así como las fuentes de financiación, además de verificar el compromiso de los postulantes a favor de la defensa integral de la vida, la paz con igualdad de oportunidades, la lucha contra la pobreza, la informalidad y la desigualdad educativa. “Estos son los temas fundamentales que el debate político debe abordar, más allá de promesas populistas, vacías de contenido y difícilmente realizables”, advierten los prelados.
También se preguntan sobre cómo combatir la corrupción que afecta a la sociedad, cómo enfrentarse a la inseguridad ciudadana, cómo lograr mayores niveles de justicia y equidad, entre otros interrogantes.
“Los pastores del Perú deseamos sumarnos a la construcción de un país más justo y equitativo, en el que todos podamos vivir con dignidad y en paz”, concluye el pronunciamiento de la CEP.

España: líderes judíos, musulmanes, budistas y cristianos rezan por la paz

En un acto interreligioso, el cardenal Cañizares subraya que ‘ninguna religión alienta la violencia’
En un acto interreligioso, el cardenal arzobispo de Valencia, monseñor Antonio Cañizares, y los líderes judíos, musulmanes, hinduístas y budistas, junto con representantes de diferentes confesiones cristianas, han rezado este miércoles por la paz y la convivencia en el mundo.
“Dios no divide ni enfrenta, Dios une y da la paz, la religión no divide ni enfrenta y prueba de ello es esta unión en oración hoy por la tarde”, ha dicho en su introducción el purpurado, al que los demás representantes de las distintas religiones y confesiones cristianas han agradecido este encuentro y la colaboración de todos los participantes, según ha informado la agencia de noticias de la archidiócesis de Valencia (AVAN).
De igual forma, el arzobispo valenciano ha destacado que “siempre, también hoy, es posible la paz, si se quiere y busca verdaderamente, si no hay otros intereses que la impiden y se ponen sobre ella o se anteponen a ella”.
Tras la introducción del cardenal Cañizares, el primer líder en intervenir ha sido Riay Tatary, presidente de la Comisión Islámica de España, quien ha subrayado que “el concepto de la paz está absolutamente enraizado en la religión del islam, desde la misma denominación de ésta y de sus creyentes hasta la presencia de los derivados verbales y sustantivos, con todas sus implicaciones plasmados por todo el texto coránico, siendo la búsqueda de la paz, a todos los niveles, un valor máximo dentro de los valores islámicos, un principio básico cimiento del islam y de los musulmanes”.
También ha orado para que los esfuerzos de los musulmanes sean “conducentes a hacer todo lo posible a nivel individual y colectivo para que reine la paz y el entendimiento, desde todos los ámbitos de la vida, bien en su misma dimensión económica y social, o en los ámbitos de lo militar y la política”.
Para Tatary, “no es en absoluto saludable para el creyente albergar sentimientos de ira, rencor u odio que rompan su paz interior, pero peor aún es dejarlos crecer y dejarse llevar por ellos, superponer ideologías de cualquier tipo a la ley de Dios olvidándola, retorcer y tergiversar el sentido de la palabra de Dios para acallar sus conciencias por sus malas acciones o intenciones hostiles, asentándose en sus almas el cáncer del mal, siendo todo ello contrario a los sentimientos religiosos sanos de los musulmanes”.
A continuación ha tomado la palabra el rabino Moisés Bendahan, en representación de la Federación de Comunidades Judías de España, cuyo presidente, Isaac Querub, que ha pedido a “Dios, creador del mundo”, que bendiga a todos los hombres del Universo, y los ampare bajo la protección de su amor, extendiendo “sobre ellos la paz” e iluminándolos “con tu buen consejo”.
La tercera participante ha sido la monja budista Paloma Alba, en representación de laFederación Española de Comunidades Budistas de España, quien rezado pidiendo “medicina para los enfermos” y “proteger a los desamparados y a los pobres”.
Por parte del Centro Vedántico de España ha intervenido el reverendo Swami Rameshwarananda Giri, representante del Hinduismo perteneciente a la Sagrada Orden de los Swamis. Así, haciendo referencia y recordando palabras del Bhagavad Guita, texto sagrado hinduísta, ha indicado que “cuando un hombre se libera de todos los deseos que anidaban en su corazón, su alma descansa definitivamente en paz”..
También ha dicho que “el hombre que abandona el orgullo de la posesión, libre del sentimiento del “yo” y de “lo mío” alcanza la paz suprema”.
Juan María Tellería, ministro de la Iglesia Española Reformada Episcopal – IERE Comunión Anglicana, se ha dirigido a Dios en su oración y ha señalado que “bendecimos tu santo nombre porque has querido poner en nuestros corazones el anhelo firme de una paz duradera entre todos los individuos y todos los pueblos que hoy componemos la gran familia que tu creaste a tu imagen y semejanza”.
El sexto líder religioso en tomar la palabra ha sido Teofil Moldován, vicario general del Arzobispado Ortodoxo de España y Portugal, y representante en la Comisión Asesora de Libertad Religiosa del Ministerio de Justicia por parte de las Iglesias Ortodoxas que, según ha contado, fue alumno del cardenal Cañizares en 1976 en Salamanca. Él ha pedido al “Señor Dios nuestro, escuchar nuestra súplica ya que llanto con derrame de lágrimas, desolación y profunda angustia vivimos por los que sufren las consecuencias de las guerras y la falta de la paz”.
La séptima y última intervención ha sido la del arzobispo de Valencia, quien ha leído la “Oración de San Francisco” y ha rezado el Padre Nuestro.
Durante su intervención final en el acto de oración por la paz, el purpurado ha subrayado que “las religiones, las Iglesias, por su parte, no tienen divisiones militares ni armas, pero tienen un arma que es más poderosa que todos los sofisticados armamentos destructores de nuestros días, tienen la oración por la paz que la traerá a la tierra, si de verdad oramos y lo hacemos con verdadera confianza y constancia”.
“La oración, resistente como el acero cuando se templa bien al fuego del sacrificio y del perdón, hecha con fe y absoluta confianza y con todo el corazón, es la sola arma eficaz para penetrar hasta el corazón, que es donde nacen los sentimientos y las pasiones de los hombres, eficaz para acabar con la guerra, para que se implante la paz y se destierre de manera definitiva la violencia, el odio, la injusticia”, ha añadido.
El cardenal Cañizares ha destacado que “para alcanzar la paz, además, se debe, educar para la paz y esto es más urgente que nunca, porque los hombres, ante las tragedias violentas y destructoras que siguen afligiendo la humanidad, están tentados de abandonarse a la resignación y al fatalismo, como si la paz fuera un ideal inalcanzable”.
Asimismo, ha animado a “seguir apostando por la evidencia de que la paz es posible, más aún, la paz es necesaria!” “Necesitamos la paz que exige dominar el afán que en todo hombre se da de sobresalir y de vencer, la intolerancia frente a los que piensan de manera diferente, o la tendencia a la exclusión”, ha insistido.
“Necesitamos la paz, que es fruto del cumplimiento de las bienaventuranzas, de la extinción de la causa de la violencia y de la ambición desmesurada del poder, de las riquezas, del interés propio y del egoísmo”, ha explicado.
“Necesitamos la paz que antepone a otras cosas la mansedumbre, que ofrece a los demás el poder y la supremacía, que no el vasallaje, ni la rendición a la injusticia, ni a la iniquidad, y que exige hacer gestos valientes de desarme, de diálogo auténtico, de afabilidad firme”, ha advertido.
Por último, el arzobispo de Valencia ha afirmado que “la paz exige humildad, también social, para aceptar cualquier iniciativa que venga a solucionar o a perfeccionar la vida social y se ha de construir sobre los cuatro pilares de la verdad, la justicia, el amor y la libertad”.
El acto ha finalizado con la interpretación del “Himno de la Alegría” a cargo de los dos músicos que han amenizado cada una de las intervenciones y un aplauso por parte del público asistente.

Nigeria: 60 muertos en un atentado suicida en un campo de desplazados

La zona es un objetivo habitual de los ataques del grupo terrorista Boko Haram
Al menos 60 personas han muerto y otras 78 han resultado heridas este martes en el campo de desplazados de Dikwa, al noreste de Nigeria, después de que dos mujeres hicieran detonar sus cargas explosivas. La noticia del ataque no se ha difundido hasta ayer por las malas comunicaciones de la zona.
El atentado suicida se ha producido en un campo que acoge a unos 51 mil desplazados por la violencia de Boko Haram, a 85 kilómetros de la capital del Estado de Borno, epicentro de la insurgencia, según han señalado fuentes militares y de los servicios de emergencia.
Las primeras informaciones, recogidas por los medios locales, apuntan a que las dos mujeres se colaron en el campamento mientras las autoridades distribuían el desayuno y se hicieron estallar en mitad del recinto.
Aunque ninguna fuerza ha reivindicado el ataque, las sospechas recaen sobre el citado grupo terrorista, que declaró su lealtad al autoproclamado Califato a principios de marzo del año pasado (ISIS, por sus siglas en inglés), y que en los últimos años ha matado a decenas de miles de personas en su intento de imponer la sharía o ley islámica en el noreste de Nigeria.
Algunos analistas dicen que este atentado se ha producido en represalia a la ofensiva llevada a cabo por las fuerzas de seguridad nigerianas la semana pasada contra tres localidades consideradas bastiones de Boko Haram, en la que murieron decenas de militantes fundamentalistas.
Solo en 2015, la formación radical fue responsable de más de cuatro mil muertes a pesar de la creciente presión del Ejército nigeriano y de sus aliados regionales.
Asimismo, un grupo de milicianos atacó a finales de enero un pueblo cerca de Maiduguri, capital del estado de Borno, y asesinó a más de 85 personas.
En los últimos meses, los yihadistas han ampliado su zona de operaciones al lago Chad, una zona difícil de controlar por la porosidad de las fronteras entre Nigeria, Camerún, Chad y Níger donde han cometido decenas de atentados suicidas.

¡Vivan los novios!

Carta del obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández. ‘La belleza del matrimonio cristiano, tal como Dios lo ha fundado, tal como Cristo lo ha santificado, merece la pena ser presentado’

El 14 de febrero en la fiesta de san Valentín es el día de los enamorados, el día de los novios, de los que se preparan para el matrimonio. San Valentín es un santo sacerdote del siglo III, que ayudaba a casarse a los jóvenes que querían contraer matrimonio, cuando se lo impedían las leyes del emperador romano Claudio II para tenerlos más disponibles para la guerra, libres de todo impedimento incluso del matrimonio. San Valentín es así invocado como valioso intercesor por aquellos que desean casarse y se ven impedidos por distintos obstáculos. Hoy no es ningún edicto del emperador lo que impide el matrimonio. Hoy se necesita un trabajo, una casa, una situación humana digna. Y sobre todo, hoy se necesita una mejor preparación, que la Iglesia debe ofrecer a todos sus hijos que piden este sacramento. Pedimos la intercesión de san Valentín por todos los que están en camino de matrimonio.

De la preparación para el matrimonio se ha ocupado el reciente Sínodo sobre la familia. Es necesaria una preparación remota, la que acompaña el crecimiento de toda persona, pues la afectividad y la sexualidad no son temas periféricos, sino aspectos nucleares de la persona. De una correcta orientación en este campo, depende en gran parte la felicidad del hombre para toda su vida. Además, hoy existen “proyectos formativos impuestos por la autoridad pública que presentan contenidos en contraste con la visión propiamente humana y cristiana: frente a estos proyectos hay que afirmar decididamente la libertad de la Iglesia de enseñar la propia doctrina y el derecho a la objeción de conciencia por parte de los educadores” (Relación final, n. 58). La belleza del matrimonio cristiano, tal como Dios lo ha fundado, tal como Cristo lo ha santificado, merece la pena ser presentado, porque es una propuesta de felicidad también para el hombre de hoy

Es necesaria una preparación próxima, cuando los novios están ya en los años cercanos a su boda. El reciente Sínodo y el Papa Francisco han señalado la necesidad de ofrecer itinerarios más prolongados de formación para el matrimonio a estos novios, que abarquen una formación más completa. En algunos lugares ya se ha empezado a ofrecer cursos de un año entero (en sesiones mensuales o quincenales) para dar tiempo a la formación, al diálogo sereno sin las prisas de lo inmediato, completando los contenidos, pues el matrimonio afecta a la toda la persona y a todos los aspectos de la persona.

La preparación inmediata consiste en hacer los papeles para casarse, preparar la celebración, atar tantos detalles para que todo resulte bien ese día. Por eso, la preparación tiene que venir de lejos, de antes, de más tiempo. Porque el matrimonio no es un experimento, a ver cómo sale. El matrimonio es una opción consciente y madura de quien entrega su vida al otro hasta que la muerte los separe.

La fiesta de san Valentín es una oportunidad para valorar el trabajo de tantos catequistas y monitores de preparación al matrimonio en nuestra diócesis, que realizan su labor de voluntariado en favor de los que se van a casar. Estos catequistas y monitores suelen ser seglares casados, que hablan a los novios desde su experiencia. En la Visita pastoral he tenido oportunidad de alentarlos en esta preciosa tarea, que no es fácil, teniendo en cuenta el pensamiento dominante, y sabiendo que en muchas ocasiones hay que remar contracorriente. Pero el resultado es bastante positivo. Incluso aquellos novios que vienen para cumplir un requisito, perciben la belleza de la vida matrimonial según el plan de Dios –un hombre y una mujer, unidos en amor para siempre y abiertos generosamente a la vida- y salen agradecidos de esa ayuda en la preparación a su matrimonio.

En la misa de 12 de este domingo 14 de febrero en la Catedral están invitados todos los novios para el jubileo de la misericordia. Vale la pena seguir remando en esta dirección. Nos jugamos el futuro de la sociedad, pues nos jugamos el futuro de la familia, uno de los puntos de apoyo más importante de nuestra civilización. Hay quienes afirman que lo más original que ha aportado el cristianismo a nuestra cultura es precisamente el matrimonio y la familia. Por eso, es el flanco más atacado en nuestro tiempo. Por eso, merece la pena reforzar este flanco si queremos construir un futuro de civilización del amor.

Recibid mi afecto y mi bendición:
+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba

San Melecio de Antioquia – 12 de febrero

«Apostolado y estudio fueron una conjunción magistral en este insigne defensor de la fe nicena, perseguido y desterrado, que dejó una huella imborrable en su pueblo. Fue especialmente venerado por Juan Crisóstomo y Gregorio de Nisa»

En el Año de la Fe se nos recordó la invitación petrina a estar dispuestos para dar razones de nuestra esperanza (1 Pe 3,15). Ofrecer la vida a Cristo incluye el esfuerzo de formarse a conciencia para llevar a todos, creyentes e incrédulos, con el rigor debido, las verdades en las que se asienta el patrimonio fiducial que hemos recibido. Y esto es algo que viven como bendición y privilegio sus genuinos seguidores, a quienes urge ponerle en el lugar que le corresponde abriendo siempre nuevos caminos. 

El acervo patrimonial de una tradición apostólica de inmensas proporciones ha sido labrado por aquellos que antepusieron su defensa a todo interés personal, y utilizaron responsablemente las ágoras del momento, como hoy las tenemos y no solo en las redes sociales. También los paraninfos universitarios están ávidos de que alguien esparza las semillas de la fe que durante siglos han querido ser suplantadas por los diversos «ismos». Melecio de Antioquía salió al paso de las corrientes de la época y, aún viviendo inmerso en ese caos de tendencias afines y contrarias al dogma, supo llevar a muchos por el camino de la conciliación con una altura intelectual que dejó a todos perplejos. Ensamblar estudio y apostolado en orada ofrenda es la gran tarea que tenemos delante y que muchos hemos recibido dentro del carisma al que hemos sido llamados. Es uno de los cruciales desafíos a los que nos invita la nueva evangelización.

Melecio era natural de Melitene, Armenia. Nació hacia el año 310 en el seno de una ilustre familia. El año 357 se celebró un Concilio en su ciudad natal y fue designado obispo de Sebaste. Pero este férreo garante de la fe nicena, que supo ganarse a los arrianos y a los católicos, sufrió exilio en varias ocasiones. El arrianismo estaba en su apogeo y los conflictos le acompañaban. Siendo prelado las tensiones creadas le indujeron a refugiarse durante un tiempo en el desierto, y luego en Siria. Lejos de amainar las disputas, éstas fueron creciendo porque la iglesia de Antioquía había sucumbido bajo el yugo de la herejía. Los que sucedieron al obispo Eustaquio, desterrado el año 330, aniquilaron la fe. En medio de constantes pugnas, Melecio fue elegido obispo de Antioquia. 

La situación en la que se produjo su designación fue incómoda ya que en ella no habían intervenido los católicos sino algunos arrianos, hecho mal acogido por una parte de los fieles. El asunto se dirimió una vez que el emperador Constancio II, que había dispuesto que otros prelados comentasen el Libro de los Proverbios, pudo constatar que, a diferencia de ellos, Melecio daba claras pruebas de su ortodoxia ensalzando el texto que vinculó al misterio de la Encarnación, con lo cual se diferenciaba de aquéllos. 

Este nítido testimonio de fe –conservado por san Epifanio por su modélico y riguroso enfoque– puso en aprietos a los arrianos, y Eudoxio, que no perdía ocasión para desacreditar a Melecio, intentó influir en la decisión de Constancio y convencerle de que debía enviarle al destierro. Logró sus propósitos, ya que las denuncias de sabelianismo lanzadas sobre Melecio tuvieron éxito, y fue desterrado a Melitene, ocupando Eudoxio, que había sido discípulo de Arrio, la sede de Antioquía. No obstante, el cisma que planeabasobre ésta desde que se produjo el destierro de san Eustaquio aún no había llegado a su apogeo. El vaivén que se cernía sobre los prelados de uno y de otro signo estaba unido al criterio de los sucesivos emperadores. Así, Justiniano en el año 362 restituyó a Melecio en el gobierno de la sede antioquena, pero ese no fue el criterio seguido por Valente, que lo desterró en el año 365. Graciano en el 378 propició su regreso a la ciudad, pero las dificultades arreciaban. Y en el año 381 se convocó el II Concilio ecuménico que tuvo lugar en Constantinopla. Melecio lo presidía, y fue entonces cuando entregó su alma a Dios. 

Se había caracterizado por la bondad, humildad, paciencia y espíritu conciliador. Con su virtud se hizo acreedor del respeto y afecto de muchas personas, sentimientos que fueron patentes de modo singular cuando regresó del destierro. Tomaron como una bendición el mero hecho de poder verle y oírle. Los que podían se afanaron para besar sus manos y sus pies. Simplemente estos gestos dan idea de la altísima consideración que tenían los fieles de la ciudad por este obispo santo, al que ya habían encumbrado como tal antes de que la Iglesia lo hiciera. No es de extrañar que, tras su muerte –como atestiguó san Juan Crisóstomo, que lo conoció bien ya que había estado bajo su protección y fue ordenado diácono por él–, quienes lo conocieron dieran tantas muestras de veneración hacia este heroico prelado que se había mantenido fiel a la fe, y que durante dieciocho años había sufrido las fluctuantes decisiones de los gobernantes de turno. 

El signo que prueba el anhelo del pueblo de que su nombre perdurase al paso del tiempo, es que muchos ciudadanos de Antioquía lo escogieron para bautizar a sus hijos. Además, su efigie la tenían presente en anillos, elementos de la vajilla y paredes de sus moradas, además de esculpirla en el dintel de la puerta de acceso a las mismas, como testificó Juan Crisóstomo en el panegírico que le dedicó: «Apenas llegado a Antioquía, cada uno de vosotros da su nombre a sus hijos, creyendo de este modo introducir al mismo santo en su casa». La oración fúnebre corrió a cargo de san Gregorio de Nisa. Éste, acompañado de todos los que se hallaban presentes en el Concilio, tributó honor a san Melecio. Con sentidas palabras ensalzó de él: «la dulce y tranquila mirada, radiante sonrisa y bondadosa mano que secundaba a su apacible voz», concluyendo magníficamente con esta certeza: «Ahora él ve a Dios cara a cara, ruega por nosotros y por la ignorancia del pueblo».

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ZENIT Staff

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