China: Arrestado un obispo de la Iglesia católica clandestina

Monseñor Jiang había recibido la consagración episcopal recientemente

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PEKIN, 5 septiembre (ZENIT.org).- Testigos oculares han relatado a la agencia Fides que monseñor Jiang Ming Yuan, obispo auxiliar de Zhao Xian (Hebei), fue arrestado por las fuerzas de seguridad en la tarde del 26 de agosto pasado. Desde entonces, nadie ha tenido noticias suyas.

Monseñor José Jiang Ming Yuan había recibido la consagración episcopal sólo unas semanas antes, el 8 de agosto. Monseñor Jiang pertenece a la Iglesia católica clandestina, no reconocida por el Gobierno. En los últimos meses, el régimen comunista había hecho todo lo posible para evitar su consagración. Queriendo elegir obispos patrióticos, el Gobierno ha convocado sesiones mensuales de adoctrinamiento ideológico y de control sobre las religiones. Pero sacerdotes y fieles se han mantenido unidos y, sin el permiso del Gobierno, el 8 de agosto, celebraron su consagración de manos del obispo de Zhao Xian, monseñor Raimundo Wang Chong Lin, que es bastante anciano. En la ceremonia participaron 26 sacerdotes, más de mil fieles y todas las religiosas de Santa Teresa del Niño Jesús, una congregación diocesana muy floreciente.

El secuestro de monseñor Jiang es otro capítulo de la campaña lanzada por el Gobierno chino desde hace al menos seis años para acabar con la Iglesia clandestina. En la región de Hebei están en paradero desconocido dos obispos clandestinos de Baoding, monseñor Santiago Su Zhimin, 68 años, y su auxiliar Francisco An Shuxin, 51 años, desaparecidos a manos de la policía en 1996. Otros obispos de la región están en arresto domiciliario.

La presión no afecta sólo a los católicos. Ayer se ha sabido que las autoridades chinas han declarado formalmente en arresto a 85 de los 130 cristianos, detenidos el mes pasado bajo la acusación de formar parte de un «culto hereje». Lo afirma el «Centro de información sobre derechos humanos» de Hong Kong, según el cual los arrestados forman parte de la Iglesia evangélica Fangcheng, una de las numerosas denominaciones protestantes no reconocidas por el Gobierno chino y por tanto consideradas ilegales.

Los 130 protestantes fueron detenidos el 23 de agosto en el distrito de Xihua en la región de Henan. Dos días después se confirmó el arresto de 85 de ellos, mientras que los otros, incluidos tres misioneros estadounidenses, fueron liberados. Se les acusa de haber usado el «culto hereje» con fines ilegales, tal como se lee en la comunicación oficial dada a la familia de uno de los detenidos.

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ZENIT Staff

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