ESTAMBUL, 11 sep (ZENIT.org).- Un líder cristiano de la región autónoma de Karakalpakstan, al oeste de Uzbekistán, permanece encarcelado desde el 25 de julio, acusado por la policía local de posesión ilegal de droga, según informa la agencia Compass.
Nicholai Rudinsky fue arrestado unas horas después de que la policía de Nukus clausurara un campamento juvenil eclesial que el había ayudado a organizar. Los policías indicaron que la iglesia local no tenía «ningún derecho a poner en marcha un campamento religioso»
El campamento era el segundo de dos campamentos juveniles realizados en julio en un área de cámping cerca de Nukus y patrocinado por la iglesia local presbiteriana. Unos 50 niños asistieron al primer campamento sin incidentes.
Las autoridades de la ciudad de Nukus informaron que no despidieron a los chicos para enviarlos a su a casa sino que reemplazaron el equipo eclesial del campo con su propio personal civil.
De acuerdo a una fuente local, Rudinsky había llegado de una ciudad cercana a visitar la iglesia el 25 de julio cuando les llegó la voz de que la policía estaba cerrando el campo infantil. Según uno de los organizadores del campo, Rudinsky acudió al lugar, donde dijo a las autoridades que el campamento estaba patrocinado por una iglesia registrada y estaba financiado legalmente.
Pero cuando Rudinsky regresó a la iglesia, dijo la fuente, la policía lo detuvo y se lo llevó para interrogarlo durante cuatro horas. Los investigadores de la policía de seguridad dijeron a Rudinsky que podía ser encarcelado «para el resto de su vida» si no cooperaba con la investigación. Hasta la fecha, sin embargo, parece que se ha negado a responder a algunas de sus preguntas respecto a los organizadores y patrocinadores del campamento.
Cuando la policía le registró durante los interrogatorios, dijo la fuente, «indicaron que habían encontrado 0,2 gramos de opio en su bolsillo». Aunque el líder cristiano encarcelado ha podido consultar a abogados locales, hasta ahora estos no han podido confirmar si hay cargos oficiales contra él.
«Nicolai fue golpeado muchas veces –dijo uno de sus amigos a la agencia Compass–. Está muy enfermo y necesita ayuda médica». En la prisión de Nukus, se le permite una visita de su mujer al mes.
En un caso similar, el servicio de noticias Keston informó que a comienzos de este verano las autoridades uzbecas de Tashkent rechazaron el permiso en mayo para un campamento infantil de verano que iba a ser patrocinado por la Unión de Iglesias Evangélicas Baptistas.
El año pasado, cuatro líderes cristianos uzbecos fueron arrestados y condenados a prisión de 5 a 15 años, acusados falsamente de posesión de drogas. Tres de ellos, incluyendo un pastor, eran de Nukus. Tras varios meses en la cárcel, todos fueron liberados por una orden sorpresa emitida por el presidente uzbeco Islam Karimov, el 19 de agosto de 1999.
Con sus 23.784.321 habitantes, Uzbekistán es la más poblada de las repúblicas musulmanas que alcanzaron la independencia tras la disolución de la Unión Soviética (era tras Rusia y Ucrania la república con más habitantes). Uzbekistán se declaró independiente tras la disolución de la Unión Soviética en 1991, y suscribió los acuerdos de Minsk y Alma Ata constitutivos de la CEI (Comunidad de Estados Independientes). Islam Karimov se convirtió en el primer Presidente de Uzbekistán.
El gobierno de Islam Karimov ha sido tildado de totalitario y dictatorial por parte de la oposición, cuyas posibilidades de expresión están muy limitadas por la formación política que apoya al gobierno, el Partido Democrático del Pueblo (anterior Partido Comunista). Estados Unidos ha denunciado la violación de los derechos humanos en Uzbekistán, lo que ha repercutido negativamente en los apoyos internacionales al nuevo país.