SHKODRA, 14 marzo 2003 (ZENIT.org).- Los presidentes de las conferencias episcopales de la región de los Balcanes y del sudeste de Europa han expresado su firme rechazo a toda forma de terrorismo, a los conflictos actuales y a la temida guerra de Irak y han reclamado mayor diálogo ecuménico.
Procedentes de Albania, Bulgaria, Bosnia y Herzegovina, Grecia, Serbia y Montenegro, Rumanía y Turquía, los prelados se reunieron los días 10 y 11 de este mes en Shkodra (Albania) por iniciativa del CCEE (Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa).
«El urgente llamamiento del Papa y el hecho de representar una tierra que ha experimentado en su historia la violencia» llevó a los presidentes de las conferencias episcopales a subrayar su rechazo a la guerra en Irak y a insistir en la invitación al ayuno y a la oración por la paz.
El encuentro, del que fue anfitrión el arzobispo metropolita de Scutari, monseñor Angelo Massafra, se centró en el tema «Ecumenismo: de la tolerancia al diálogo para la colaboración», según un comunicado oficial del CCEE.
Monseñor Stanislaw Hocevar, arzobispo de Belgrado, explicó que si los cristianos del sudeste europeo realmente experimentan el dolor de la división y una pasión por la unidad, «pueden crear escuelas de reconciliación que son importantes para la totalidad de Europa».
«Es posible –afirmó– desarrollar una nueva doctrina y práctica de la espiritualidad de comunión, fortalecer los vínculos entre las conferencias episcopales de la región, concretar para estas naciones los compromisos de la “Charta Oecumenica” que las Iglesias de Europa asumieron en abril del 2001» (Cf. Zenit, 23 de abril de 2001 ).
Añadió en este contexto la posibilidad de redescubrir elementos propios de la tradición oriental, tales como la riqueza de símbolos, el lenguaje del arte, el sentido de lo sagrado y la cultura inherente en los distintos idiomas.
Los obispos presentes constataron «señales alentadoras relativas a las relaciones entre las diferentes Iglesias y comunidades», que constituyen «una nueva esperanza de que problemas persistentes pueden ser superados».
Como ejemplo, el comunicado conclusivo cita, entre otros, las recientes visitas de Juan Pablo II a Rumanía, Grecia y Bulgaria, las visitas recíprocas llevadas a cabo por diferentes delegaciones o el acuerdo en respaldar los valores cristianos en la construcción de Europa.
Por su parte, el metropolita ortodoxo de Korca, el arzobispo Joan Pelushi –delegado del arzobispo Anastasios, de Tirana y toda Albania– hizo hincapié en la contribución del ecumenismo para la estabilidad de los Balcanes.
Afirmó que la «Charta Oecumenica» marcó una nueva apertura: «es cuestión de traducir los compromisos a la realidad».
Participaron en el encuentro como presidentes de las conferencias episcopales del sudeste europeo el arzobispo Angelo Massafra OFM (Albania), el obispo Christo Proykov (Bulgaria), el obispo Franjo Komarica (Bosnia y Herzegovina), el arzobispo Nicolaos Foscolos (Grecia), el arzobispo Stanislaw Hocevar (Serbia y Montenegro), el arzobispo Ioan Robu (Rumanía) y el arzobispo Louis Pelatre (Turquía).
Asimismo, estuvieron presentes en la reunión el arzobispo Giovanni Bulaitis –nuncio apostólico en Albania–, el obispo Amedee Grab –presidente del CCEE–, el arzobispo Faustino Sainz Muñoz –nuncio apostólico en la Unión Europea–, monseñor Paul Gallagher –delegado especial de la Santa Sede en el Consejo de Europa–, monseñor Noel Treanor –secretario general de la COMECE (Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea)– y monseñor Aldo Giordano –secretario general del CCEE–.