ALTO VALLE DE RÍO NEGRO, 24 julio 2001 (ZENIT.org).- El obispo de Alto Valle de Río Negro, monseñor José Pedro Pozzi, dijo, en declaraciones del pasado día 22 de julio a Radio Continental de Buenos Aires, que «en nuestra economía, pareciera que todo se hace en función de poder pagar la deuda externa, de cumplir con los acreedores de afuera, y sin pensar en los que están en nuestro país, que son los que sufren las consecuencias».
Aludió a la deuda como una «pesada carga que nos agobia» e indicó que al Gobierno «le duele que la Iglesia esté constantemente recordando esto y a algunos ciertamente les molesta, pero no se ven señales de que se lleve a la práctica aquello que puede doler o que se escucha. Lamentablemente, si se lleva a la práctica, se hace de una forma tan distante que la gente no percibe ningún tipo de mejorías, sino al contrario: todo lo que les llega es cada vez más doloroso y más duro de poder sobrellevar».
Monseñor Pozzi afirmó que «no pasa por nuestras manos dar una solución porque no somos técnicos en esta materia. Pero tampoco se nota por lo menos la sensibilidad de decir ´esto me duele´; porque decir con buenas palabras que este ajuste va a afectar a los que tienen más o a la clase política, como verso es muy lindo, pero como realidad no se nota en absoluto. Esto es lo que nos duele, porque la gente va perdiendo cada vez más la fe en sus dirigentes y en el país».
Añadió que los dirigentes políticos «prefieren callarse porque cada vez que abren la boca sube el riesgo en el país; y vamos a llegar a un límite en el que nadie pondrá un peso ni invertirá aquí» y dijo que si se da algún pronunciamiento oficial de la Iglesia ante el ajuste económico lo hará la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina.
