DASSA ZOUME (BENÍN) , 26 agosto 2002 (ZENIT.org).- Más de 20 mil peregrinos procedentes de todas las diócesis de Benín, así como de Togo, Nigeria, Costa de Marfil, y Burkina Faso participaron este domingo en la consagración del Santuario de Nuestra Señora de la Paz en Dassa Zoume.
En la eucaristía, presidida por el cardenal beninés Bernardin Gantin, prefecto emérito de la Congregación vaticana para los Obispos, en primera fila, se encontraba el presidente de la República de Benín, los miembros del Gobierno y otros altos cargos del Estado.
Al inicio de la misa, caracterizada por danzas y cantos típicos de Benín al ritmo de tambores, se leyó un mensaje enviado por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado vaticano, en nombre de Juan Pablo II.
En el texto, el Santo Padre desea que «este santuario, dedicado a la Madre de Dios, Virgen de la Paz, sea para todos los cristianos una llamada a vivir más profundamente el don recibido en el bautismo para ser cada día piedras vivas de la Iglesia».
En su homilía, el cardenal Gantin invitó a los católicos de su país a vivir el misterio de la Eucaristía y a imitar la caridad de la Virgen María.
«La Iglesia católica en Benín, fiel a su misión de servicio y a pesar de sus medios limitados, quiere continuar el compromiso en las obras de asistencia sanitaria, de educación, y de promoción social», afirmó.
El Santuario, edificado en una roca, tiene capacidad para 6 mil personas sentadas. Antes de la construcción de esta iglesia, las celebraciones de las peregrinaciones tenían lugar al aire libre, lo que no ha impedido que se convierta en uno de los centros de peregrinación más importantes de África.
