Comprobada la inocencia del cardenal de Guadalajara

Ante las acusaciones del anterior procurador general de la República

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MÉXICO, 1 enero 2004 (ZENIT.org).- La Procuraduría General de la República (PGR) de México cerró el 26 de diciembre una investigación en la que concluye que el cardenal Juan Sandoval Iñiguez, arzobispo de Guadalajara, no tiene nada que ver con acusaciones de lavado de dinero.

El encargado de la unidad de lucha contra delincuencia organizada de la PGR, José Luis Santiago Vasconcelos, declaró en una rueda de prensa que no se acreditaron contra el purpurado delitos de lavado, ni procedencia ilícita de dinero o defraudación fiscal.

El fiscal aclaró que la construcción de cuatro iglesias y de un albergue para migrantes no se hizo con dinero de procedencia ilícita, como había denunciado el ex procurador Jorge Carpizo.

Carpizo presentó el 8 de julio una denuncia con la presunción de que Sandoval estaba ligado a irregularidades financieras, pero la PGR determinó que todos los movimientos financieros son debidamente legales.

La secretaría de Hacienda no atenderá a querella alguna por que no hubo evasión fiscal alguna, agregó.

El abogado José Antonio Ortega Sánchez, defensor del cardenal Juan Sandoval Iñiguez, expresó tras el anuncio que las acusaciones hechas por el ex procurador, Jorge Carpizo, no amedrentan al cardenal.

Fuentes cercanas a la defensa del cardenal atribuyen la denuncia contra el cardenal a la manera en que el ex procurador concluyó las investigaciones sobre el asesinato en 1993 del anterior arzobispo de Guadalajara, el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.

El ex procurador Carpizo llegó a la conclusión de que el cardenal Posadas fue asesinado por una confusión durante un enfrentamiento entre narcotraficantes, mientras que el cardenal Sandoval afirma que se trató de un crimen premeditado.

Vasconcelos afirmó que en la denuncia de Carpizo no se refleja ningún interés «mezquino o malsano» contra Sandoval, sino sólo que «hubo ahí algunos sentimientos que llegaron a estos extremos».

Advirtió, sin embargo, que la PGR no se prestará para «que la procuración de justicia pueda ser utilizada para revanchas personales o conflictos interpersonales».

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ZENIT Staff

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