CIUDAD DEL VATICANO, 4 noviembre 2001 (ZENIT.org).- Educar en el diálogo a las respectivas comunidades religiosas por un futuro de paz es la propuesta que hace la Santa Sede al felicitar a los fieles hindúes con motivo de la popular fiesta del Diwali, 14 de noviembre.
«La guerra y la violencia en nombre de la religión son contrarias al auténtico espíritu de la religión y pueden amenazar su existencia misma», afirma el cardenal Francis Arinze en un mensaje enviado a los creyentes de esta religión en nombre del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, del que es presidente.
Por el contrario, añade el purpurado nigeriano, «el respeto y la estima mutuos por nuestras tradiciones religiosas respectivas nos llevan a una conciencia más grande de la responsabilidad que tenemos de cooperar por la promoción de la paz social y de la armonía».
La fiesta de «Diwali», celebrada por todos los hindúes y conocida también como «Deepavali», es decir de las lámparas de aceite, se basa en una antigua mitología que representa la victoria de la verdad sobre la mentira, de la luz sobre las tinieblas, de la vida de sobre la muerte, del bien sobre el mal.
La celebración dura tres días, marcando el inicio de un nuevo año, la reconciliación familiar, especialmente entre hermanos y hermanas, y la adoración a Dios.
«La educación en el diálogo, una comunicación y cooperación concretas más intensas contribuirán a superar las causas de la violencia y a promover un espíritu de comprensión mutua y de respeto», asegura el mensaje vaticano.
«Propongo que intensifiquemos nuestros esfuerzos para alentar las relaciones promover el diálogo entre las comunidades», concluye el cardenal Arinze.
