El Papa presenta una alianza por la paz a la Iglesia ortodoxa serbia

Pide promover la identidad cristiana europea, afirma

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

CIUDAD DEL VATICANO, 6 febrero 2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II propuso este jueves a los ortodoxos de Serbia promover iniciativas de paz junto a los católicos para que la tragedia que tuvo lugar en los Balcanes en la década de los noventa no vuelva a repetirse.

El Santo Padre presentó su propuesta al encontrarse este jueves con una delegación del Patriarcado ortodoxo se Serbia, encabezada por el metropolita de Montenegro, Amfilohije, enviada al Vaticano por el patriarca Pavle de Belgrado para promover las relaciones ecuménicas con la Iglesia católica.

«Las Iglesias tienen la tarea de actuar según el modelo del «bueno samaritano» –aseguró en el encuentro el Papa–. Tienen que aliviar los sufrimientos comunes, curar las heridas y promover esa purificación de la memoria de la que surgirá un sincero perdón y una fraterna colaboración».

Tras la sangrienta guerra, el Santo Padre planteó a los serbios ortodoxos el desafío que ahora les espera de integración en la nueva Europa, reconociendo la contribución que la Iglesia ortodoxa ha contribuido a forjar el alma cristiana del viejo continente.

«La identidad cristiana de Europa, plasmada en sus raíces de las dos tradiciones occidental y oriental, parece ponerse a veces en tela de juicio –denunció–. Esto nos debe llevar a buscar y promover todo tipo de colaboración que permita a los ortodoxos y a los católicos dar juntos un testimonio vivido y convincente de su común tradición».

Para lograrlo, concluyó, no basta que este testimonio se manifieste en la promoción de «valores evangélicos como la paz, la dignidad de la persona, la defensa de la vida y de la justicia en la sociedad de hoy», sino que exige además «el acercamiento y la consolidación de esa fraternidad que debería caracterizar las relaciones eclesiales entre católicos y ortodoxos».

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación