BELÉN/ROMA, 18 abril 2002 (ZENIT.org).- La situación de los frailes franciscanos de Belén se hizo particularmente dramática, después de que fracasara el primer intento de encuentro de una Comisión israelo-palestina que debería haberse reunido este jueves para encontrar una solución al problema.
Fuentes franciscanas en contacto con los religiosos, asediados por el Ejército israelí desde que el 2 de abril irrumpieran en la Basílica de la Natividad más de 200 palestinos armados, han descrito a Zenit las condiciones de vida en el interior del recinto sagrado como «indescriptibles».
El padre David Jaeger, portavoz de la Custodia franciscana de Tierra Santa, lanzó este jueves un llamamiento a través de los micrófonos de Radio Vaticano: «La historia juzgará severamente a quien tenga más responsabilidad en la prolongación de este tormento inenarrable».
«Por el contrario –añade–, la cristiandad sentirá aprecio por quien facilite, incluso con renuncias y compromisos, el final de este drama, que involucra al lugar del nacimiento del Salvador y a decenas de religiosos y religiosas».
Por lo que se refiere a los posibles acuerdos, el padre Jaeger, añade: «las partes son los israelíes y los palestinos: nosotros no somos parte del conflicto y no tenemos nada que negociar con nadie».
«Hacemos un llamamiento a israelíes y palestinos a dejar de un lado detalles inútiles y a dejar de utilizar el santuario y a los religiosos para alcanzar objetivos que no afectan al Lugar Santo», dice el franciscano.
La noche entre el miércoles y el jueves no tuvo sorpresas, «pero la situación de todas las personas encerradas es casi imposible de describir», explica el portavoz franciscano.
«Nosotros, que los esperamos desde aquí, afuera –concluye–, sentimos cariño y admiración por estos hermanos y hermanas que están soportando todo esto por amor del Niño Jesús, de la Iglesia, en fidelidad a su vocación».
Desde todo el mundo están llegando testimonios de comunidades cristianas, en particular franciscanas, que rezan por los religiosos asediados.
La oración «es el único instrumento que nos queda», ha dicho a la agencia Fides el padre Frederic Manns, franciscano de Jerusalén. Los franciscanos de Estados Unidos han escrito una carta personal a George Bush y a Ariel Sharon para pedir una intervención que alcance una solución pacífica.
El primer ministro Sharon, tras el fracaso de Colin Powell para concertar un alto el fuego, anunció el jueves que ordenará el repliegue militar de las ciudades de Cisjordania, pero mantendrá el cerco a Arafat en Ramala y a los palestinos refugiados en la Basílica de la Natividad en Belén.
