CIUDAD DE GUATEMALA, 22 julio 2002 (ZENIT.org).- Pocos días antes de que Juan Pablo II proclame santo al fundador de los bethlemitas, la tumba del beato Hermano Pedro de San José Betancur está registrando una afluencia masiva de visitantes.
La Iglesia de San Francisco El grande, Antigua Guatemala, donde reposan los restos del Hermano Pedro, registró este domingo más de 20.000 fieles –según informa el periódico guatemalteco Prensa Libre– , interesados en venerar y conocer más detalles del futuro santo.
Las visitas triplican la cifra habitual. Los fieles además quieren participar en la misa, confesarse y recibir la bendición de los franciscanos. Esta situación ha aconsejado ampliar el horario de apertura y celebrar más eucaristías.
También se ha solicitado el apoyo de más sacerdotes para la atención de los fieles, como confirman los frailes franciscanos encargados de administrar el templo.
No sólo guatemaltecos, también hay extranjeros entre las muchas personas que recorren estos días la Iglesia de San Francisco, las calles y avenidas de Antigua Guatemala y los templos de la zona.
El número de voluntarios para ayudar a cuidar y mantener el orden para rezar en la tumba del Hermano Pedro también ha aumentado, afirmó el presidente de la Hermandad de Jesús Nazareno del Perdón, de ese templo.
Debido al incremento de las peregrinaciones, a partir de este lunes se habilitarán horarios especiales, para que los interesados puedan ser acompañados por guías.
La hermana Guillermina Toscana, de la orden bethlemita, observó que cada día son más las personas que visitan la Posada Belén, donde el Hermano Pedro hizo su obra y murió.
Mientras tanto, durante el fin de semana han continuado las tareas de construcción del altar en el Hipódromo del Sur, de Ciudad de Guatemala, donde el Santo Padre canonizará al Hermano Pedro el próximo 30 de julio.
Como muchos peregrinos no podrán asistir a la ceremonia en el Hipódromo, especialmente enfermos e impedidos, la canonización podrá verse por televisión desde la Iglesia de San Francisco El Grande. El templo abrirá sus puertas 24 horas antes del evento y se instalará una pantalla gigante para poder seguir la celebración en directo.
