Incendio en la Basílica de Belén: Pánico entre monjes y frailes

Renuevan su llamamiento al respeto de los Santos Lugares

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BELÉN, 17 abril 2002 (ZENIT.org).- Otra noche de pánico vivieron los frailes franciscanos de la Basílica de la Natividad, después de que el martes al anochecer se declarara un incendio en el convento de la comunidad greco ortodoxa.

Los más de treinta franciscanos que se encuentran encerrados en la Basílica han explicado en un mensaje enviado por sus superiores a Zenit que el incendio es una prueba más de la inestabilidad que ha provocado la irrupción de palestinos armados y el asedio militar israelí en el recinto sagrado.

«Dos habitaciones de nuestra comunidad prendieron fuego», ha confirmado el arzobispo Aristarchos, secretario general del patriarcado greco-ortodoxo de Jerusalén.

En una conversación telefónica con la agencia misionera Misna, el prelado confirma que ninguno de los cuatro monjes presentes en los locales contiguos a la iglesia de la Natividad de Belén quedó herido en el incendio.

Según algunas fuentes, las llamas se expandieron tras un tiroteo entre los soldados israelíes que asedian el templo y milicianos palestinos encerrados en su interior.

«No puedo añadir detalles sobre esto –siguió diciendo el arzobispo Aristarchos, que vive en Tierra Santa desde 1972–. Si bien sólo se han provocado daños materiales –todo lo que se encontraba en las habitaciones ha quedado destruido–, quiero decir que ha sido un hecho muy grave, pues ha sido dirigido contra un lugar santo».

El prelado greco-ortodoxo lanza un mensaje: «Israelíes, palestinos, y todos los cristianos deben realizar todos los esfuerzos necesarios para encontrar una solución pacífica; tenemos que desbloquear cuanto antes una situación de máxima incertidumbre».

Por su parte, los frailes franciscanos que se encuentran encerrados en la Basílica han querido expresar su gratitud y aprecio al arzobispo Diarmuid Martin, observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, quien al intervenir en la Sesión de la Comisión de los Derechos Humanos que tiene lugar en Ginebra, afirmó que la irrupción y el asedio de la Basílica constituyen «una violación» del derecho internacional y de los acuerdos bilaterales de palestinos e israelíes.

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ZENIT Staff

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