WASHINGTON, martes 19 de agosto de 2008 (ZENIT.org).- Un organismo de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos ha hecho un llamamiento a edificar que «atiende a los pobres y vulnerables», pues así podrá ofrecer «verdadera esperanza para todos».
Monseñor William Murphy, obispo de Rockville Centre, Nueva York, y presidente del Comité de Justicia y Desarrollo Humano a nivel nacional, ha hecho esta invitación en el mensaje que ha publicado con motivo del Día del Trabajo, que en ese país se celebra todos los años el primer lunes de septiembre.
La misiva pone de relieve las necesidades de los trabajadores en el país, las desigualdades económicas y la responsabilidad que tienen todos los ciudadanos de ayudar a mejorar las condiciones de trabajo.
El mensaje está inspirado en el fallecido monseñor George Higgins, «el sacerdote de los obreros», quien trabajó durante más de cincuenta años por los derechos de los trabajadores y fue un puente franco y directo entre la Iglesia católica en Estados Unidos y el movimiento del trabajo.
El obispo Murphy describe la manera en que monseñor Higgins buscaría resolver las actuales dificultades económicas.
«Por encima de todo, Monseñor Higgins se preocuparía por el trabajador, por la persona y por la familia, cuyas vidas se ven afectadas por un sinfín de factores», afirma el obispo Murphy. «Él sopesaría y mediría todos esos factores según el impacto que tienen en los seres humanos. Habría señalado la falta de representación sindical en tantas de las industrias emergentes y los lugares de trabajo donde la explotación ha sido más que evidente».
El obispo Murphy asegura que la Iglesia continúa enfocándose en la dignidad del trabajador como «piedra angular de de la enseñanza católica sobre la vida económica». «El desafío de superar la pobreza debe unir a la comunidad católica», dice.
Al acercarse las elecciones nacionales, el mensaje por el Día del Trabajo recuerda a los católicos que deben tener en cuenta la enseñanza social y moral católica para evaluar los temas de justicia económica, vida humana y dignidad de la persona».
El obispo Murphy menciona el documento de los obispos con motivo de las elecciones, Formando la conciencia para ser ciudadanos fieles, y resalta la necesidad de formar correctamente la conciencia para tomar de decisiones basadas no en sentimientos personales o en la popularidad de un individuo, sino en la verdad de la persona humana y de la sociedad.
El obispo afirma que esto se determina al examinar «a los candidatos y los temas desde la perspectiva de la vida y dignidad humanas, el verdadero bien de la sociedad, el bien común de todos nosotros en nuestra nación y en el mundo».
El mensaje del Día del Trabajo pone de relieve las palabras del documeto Formando la conciencia que hablan de la justicia económica, el trabajo y los derechos de los trabajadores.
En él se perfila cuáles son los componentes de una economía justa y se establecen «tanto enlaces como distinciones entre el deber fundamental de oponerse a aquello que es intrínsecamente malo (por ejemplo, la destrucción de la vida por nacer) y la obligación de buscar el bien común (como defender los derechos de los trabajadores y buscar mayor justicia económica)», afirma el obispo Murphy.
El mensaje (en inglés) se encuentra disponible en http://www.usccb.org/sdwp/national/labor_day_2008.pdf y estará disponible también en español en los próximos días.
