MADRID, viernes 22 de agosto de 2008 (ZENIT.org).- «No creáis que vuestros seres queridos han muerto: viven para Dios», afirmó este viernes monseñor César Franco, obispo auxiliar de Madrid, durante la eucaristía celebrada en el pabellón 8 del IFEMA (Feria de Muestras de Madrid), con los familiares de las víctimas del accidente aéreo del pasado miércoles 20 en el aeropuerto de Barajas.
Monseñor Franco presidió la Misa por los fallecidos cerca de la improvisada «morgue» donde han sido depositados los restos, en espera de su identificación. Concelebraron el obispo de Canarias, monseñor Francisco Cases, y otros 18 sacerdotes.
El prelado quiso mostrar a los familiares de las víctimas «la cercanía de la toda la Iglesia», especialmente la del cardenal Antonio María Rouco, arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal, quien se encontraba en esos momentos fuera de España.
La archidiócesis de Madrid ha anunciado la celebración, el próximo 1 de septiembre, de un solemne funeral en la catedral de la Almudena, que será presidido por el cardenal Rouco.
En unas declaraciones ayer a la Cadena Cope, el obispo auxiliar comentó que la Iglesia «da las razones para esperar, vivir y creer que la muerte, como dijo el Señor, no es el término de la vida sino un paso».
«Nos cuenta mucho aceptar la desaparición de un ser querido pero es un tránsito de pasar al Padre», añadió.
El obispo auxiliar de Madrid destacó la importante labor que están realizando los sacerdotes, «no sólo de Madrid sino también de otras diócesis», que han acudido al Pabellón del IFEMA para ofrecer consuelo espiritual a los familiares.
Este servicio espiritual, explicó, fue puesto en marcha por la archidiócesis tras hablar con el cardenal Rouco, quien se encuentra en Alemania en estos momentos.
«Ofrecemos la presencia de la Iglesia y aquellos que se sienten miembros de la comunidad eclesial espontáneamente nos pedían consuelo, apoyo, palabras… Estamos allí y aquél que quiera hablar con nosotros lo hace con toda libertad», explicó.
El prelado relató cómo él mismo se sintió confortado cuando algunos familiares le reconocieron por haber hecho la visita pastoral a sus parroquias.
En otras declaraciones, el obispo explicó cómo los sacerdotes están atendiendo a los afectados, tanto en el aeropuerto como en IFEMA: «la gente se acerca con toda libertad, porque tienen necesidad de hablar o porque quieren que hablemos con otras personas que no se acercan directamente».
Las parroquias madrileñas han acogido las indicaciones de la nota del arzobispado, en la que se pedía la dedicación de oraciones y misas por las víctimas del accidente.
También el capellán de Barajas, el sacerdote Alberto García Ruíz, explicó que en la misma capilla del aeropuerto se han celebrado varias misas por los fallecidos.
El sacerdote pudo estar presente en el lugar del siniestro, junto con los bomberos y los equipos de emergencia, y su labor fue la de dar la absolución bajo condición a los cadáveres que iban siendo rescatados.
Por otro lado, otras diócesis han enviado mensajes de adhesión a la de Madrid, entre ellas la de Valencia y la de Córdoba. El mismo obispo auxiliar de Valencia, monseñor Esteban Escudero, presidió ayer un responso a las puertas del arzobispado valentino, según informó la agencia Avan.
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