ROMA, 16 abril 2002 (ZENIT.org).- Un convoy de ayuda humanitaria, organizado por la Misión Pontificia para Palestina, Caritas Jerusalén, Catholic Relief Services (CRS), y otras dos agencias de ayuda confesionales, ha logrado llegar hasta las familias necesitadas de la Cisjordania ocupada por el Ejército israelí.
El convoy, que este lunes llegó a Belén y que también tiene previsto ir a Tulkarem, Qalqilya, Jenin, Ramallah y Nablus está distribuyendo paquetes de alimentos a 5.800 familias, unas 35.000 personas, en distritos en los que estos artículos no existían en los mercados locales, debido a la crisis en los territorios ocupados.
«El conflicto está produciendo un impacto terrible sobre el terreno –dijo Nabil Handal, jefe de operaciones del CRS (Cáritas estadounidense) en Jerusalén–. Debido al toque de queda y al cierre de toda Cisjordania, la comida y artículos materiales no se pueden conseguir en las ciudades y mercados. La gente está encerrada, los bienes están encerrados y ellos están simplemente quedándose sin alimentos».
Las cinco organizaciones de ayuda (CRS, Caritas Jerusalén, Misión Pontificia para Palestina, Comite Central Mennonita y World Vision International) entraron en las áreas citadas que han estado bajo un total toque de queda desde el 29 de marzo. Las distribuciones se han basado en la necesidad y no en la raza, credo o religión.
«Además de responder a las necesidades humanitarias inmediatas, este convoy lleva un gran mensaje de apoyo y esperanza a quienes están en necesidad –dijo Handal–. Así muchos miles de inocentes, que solo quieren una vida en paz, están cargando con el peso de esta tragedia».
Con el Ejército israelí volviendo a ocupar los mayores centros de población en toda Cisjordania, en las últimas semanas, y la escalada de violencia en ambas partes del conflicto, muchas de las actividades económicas y viajes han cesado. En muchas zonas, carreteras vitales, edificios y cosechas han sido dañados y cortada la electricidad. Muchas familias en Cisjordaia están concentradas en sus casas.
El CRS ha distribuido también 30 toneladas adicionales de alimentos para los programas de la agencia para ayudar a familias de Nablus, Ramala y Belén, y está implementado dos programas de creación de puestos de trabajo en Cisjordania y la Franja de Gaza. Una vez que la operación militar acabe, se espera que aumenten las necesidades incluyendo ayuda financiera, medicinas y actividades de recuperación del trauma.
