MAPUTO, 1 septiembre (ZENIT.org-FIDES).- Los más de 70 líderes eclesiales
(obispos y religiosos que viven en países en conflicto) de África y América
Latina que se reunieron en Maputo (Mozambique) para analizar la
contribución de la Iglesia en la solución de conflictos concluyeron su
encuentro proponiendo a Juan Pablo II que convoque un Sínodo especial sobre
paz y reconciliación.
El encuentro de representantes eclesiales, que concluyó el 26 de agosto,
tenía por tema «Reconciliación, solución de los conflictos y pacificación
civil– Encuentro de Iglesias de África y América en el año jubilar» y fue
organizado por Caritas Internationalis y el Consejo Pontificio para la
Justicia y la Paz.
El Sínodo sobre la Paz solicitado debería ser «el primer paso de un proceso
de revitalización de la Iglesia universal como artífice de paz y
reconciliación en un mundo desgarrado por conflictos», declaró al final del
encuentro a la agencia de noticias de la Santa Sede, «Fides», Duncan
MacLaren, secretario general de Caritas Internationalis.
«Promover la paz y la reconciliación es parte integrante de la misión de
evangelización de la Iglesia –explica MacLaren–, pero, cuando la Iglesia
habla de paz, no se refiere a la «paz fácil» de muchos políticos. Si la paz
no resuelve los problemas de justicia, entonces fracasará inevitablemente».
Durante los trabajos del encuentro, obispos y religiosos reflexionaron
sobre la naturaleza de los conflictos actuales y sobre las modalidades en
que pueden ser superados. Los participantes escucharon testimonios sobre
los sufrimientos de las poblaciones civiles en muchos conflictos en países
en vías de desarrollo, haciendo notar que la naturaleza de las guerras ha
cambiado después de 1989.
Muchas guerras no son más que «conflictos de identidad» dentro del mismo
país. Dice MacLaren: «Detrás de la violencia hay pocas ideas, a pesar de lo
que dicen las reivindicaciones de los combatientes. La violencia se ha
convertido en un medio usado por bandas criminales para conseguir el acceso
a las riquezas de las naciones. Los civiles son el blanco predilecto de los
conflictos hoy día; estupros y mutilaciones son utilizados como
instrumentos de terror».
En muchas intervenciones se subrayó que no son las ideologías o la
religión, sino el poder y las riquezas, las verdaderas causas de los
conflictos. Los diamantes en Sierra Leona, la droga en Colombia,
representan bienes con amplio mercado en Europa y Norteamérica,
desempeñando un papel decisivo en los conflictos modernos.
Los responsables de las Iglesias de África y de América reafirmaron que la
Iglesia debe intensificar sus esfuerzos para comprender las raíces de los
conflictos, prevenirlos donde sea posible y asistir a las víctimas de todas
las facciones. La Iglesia, con su autoridad moral, es apta para desempeñar
este papel y sus responsables pueden servir de honestos intermediarios para
ayudar en la reconciliación y llevar alivio a los pueblos que sufren.
Caritas Internationalis programa ahora continuar profundizando su trabajo
en este sector. A primeros de septiembre se reúne en Roma el «Grupo de
Trabajo sobre Reconciliación» de Caritas Internationalis para aprobar
programas de formación en la reconciliación dirigidos a miembros de
organizaciones católicas.