LONDRES, 13 SEP (ZENIT.org).- Dos hermanos, concebidos con el esperma de un donante, quieren saber quién es su padre y para descubrirlo han preparado un procedimiento que se pondrá en marcha con la entrada en vigor en Gran Bretaña de la ley que acoge la Convención Europea de los Derechos Humanos.
Según el diario «The Guardian», que ha publicado la historia en primera página, Adam y Jo Rose, hermano y hermana, están apoyados por la organización para los derechos civiles «Liberty». Su idea es que una ley que prohibe tener información sobre el donante de esperma viola el artículo 8 de la Convención sobre los Derechos Humanos que afirma el derecho al respeto por la vida familiar.
Los abogados de los hermanos Rose sostienen que tales informaciones, como la del grupo sanguíneo del donante y de su historia médica, no implican la inmediata identificación de la persona, y deben ser dadas automáticamente. Además sostienen que el niño concebido por inseminación debe ser tratado como un adoptado. Otras informaciones sobre la identidad del donante podrían ser dadas sólo con el consentimiento de éste.
La misma organización está apoyando también la acción legal de otras personas basándose en las posibilidades creadas por la entrada en vigor de la Convención Europea de los Derechos Humanos el próximo mes de octubre.
La impugnación anunciada por los abogados de los hermanos Rose será por tanto una de las muchas que se abatirán sobre el sistema legal británico a partir del 2 de octubre. Ese día se dará el mayor cambio del sistema legislativo británico en los últimos 300 años. Se introducirá un sistema de normas con valor de ley a las cuales deberán someterse las actuales leyes.
Más allá del valor simbólico del uso de este nuevo instrumento legal, el problema suscitado por los dos hermanos, el del derecho a conocer a los propios progenitores en el caso de fecundación artificial, confirma toda los problemas suscitados por la fecundación con donante de semen (heteróloga) y la cautela con la que debe ser tratada desde el punto de vista legal.
Otra confirmación viene del desesperado intento de un hombre de dar en adopción los embriones congelados de sus futuros hijos antes de que sean destruidos. El hombre, de quien no se conoce el nombre, había hecho fecundar óvulos de su mujer antes de que ésta muriese, hace cinco años.
Conservados en el hospital londinense de Hamersmith, donde se había realizado la fecundación, los embriones serán destruidos el próximo mes de enero de acuerdo con la normativa actual. El hombre ha tratado en estos años de localizar a una mujer adecuada para sus hijos pero sin éxito.