CIUDAD DEL VATICANO, 26 sep (ZENIT.org).- En la mañana de hoy ha fallecido el anciano cardenal francés, Paul Gouyon, arzobispo emérito de Rennes, capital de Bretaña, tradicionalmente considerada como la región gala más católica, cuna de muchos misioneros.

En un telegrama dirigida a los fieles de toda la Bretaña, de la que el cardenal Gouyon era metropolitano, el Santo Padre define al anciano purpurado, fallecido a la edad de 90n años, como «un pastor celoso que dio lo mejor de sí mismo para anunciar el Evangelio a todos, particularmente a través de su compromiso generoso al servicio de la unidad de los cristianos y de la paz entre los hombres».

Nacido en la arquidiócesis de Burdeos, donde había sido vicario general, Pío XII le nombró obispo de Bayonne. Como pastor de esa diócesis participó en el Concilio Vaticano II. Pablo VI lo promovió, en 1963, a arzobispo coadjutor de Rennes, sede de la que se convirtió en titular al año siguiente.

Por sus méritos en el campo de la evangelización, del ecumenismo y de la reconciliación entre los pueblos, el mismo Papa Montini le creó cardenal en 1969. El cardenal Gouyon fue también consultor de varios organismos de la Curia Romana.

Con su muerte, el Colegio cardenalicio cuenta ahora con 144 purpurados, de los cuales 99 son electores, pues todavía no han alcanzado la edad de 80 años. Los cardenales franceses son ahora 4, todos ellos electores.