En caso de que la Iglesia ortodoxa apruebe el viaje pontificio, el Santo Padre podría viajar a Atenas en el mes de marzo de 2001, en el marco de su peregrinación tras las huellas de san Pablo que comprende también Damasco.
La noticia fue anunciada ayer por el portavoz del Sínodo, el obispo Kallinikos, en declaraciones a la agencia de noticias italiana ANSA.
El asunto de esta visita, explicó el portavoz, ha sido afrontado en un reciente encuentro entre el nuncio apostólico en Atenas, el arzobispo Paul Tabet y el arzobispo Christodoulos, patriarca de Atenas y de toda la Grecia.
Ayer el Sínodo encargó a una comisión que estudie la cuestión y que ofrezca una respuesta para antes de finales de mes.
En su Carta sobre la peregrinación jubilar a los lugares vinculados con la historia de la salvación (Cf. Archivo documental de Zenit), Juan Pablo II anunciaba que «desearía pasar por Atenas, en cuyo Areópago Pablo pronunció un discurso memorable. Teniendo en cuenta el papel de Grecia en la formación de la cultura antigua, se comprende por qué aquel discurso puede ser considerado en cierto modo como el símbolo mismo del encuentro del Evangelio con la cultura humana» (n. 9).