El deseo del Santo Padre de viajar a Siria es «más que una idea», añadió el purpurado francés, tiene su origen en la «responsabilidad apostólica» del Papa.

Fuentes vaticanas informaron en meses pasados que el viaje del Santo Padre a Damasco con motivo del Jubileo se encontraba ya en vías de preparación. Ahora bien, pasan los días y la fecha todavía no ha sido anunciada.

El 29 de junio de 1999, Juan Pablo II, en su carta sobre su peregrinación a los lugares de la salvación (Cf. Archivo documental de Zenit), anunciaba su deseo de visitar Irak, siguiendo los pasos de Abraham (peregrinación espiritual que realizó en el Vaticano, en febrero de 2000); al Sinaí, siguiendo los pasos de Moisés (Egipto, febrero 2000); a Tierra Santa (Jordania, Belén, Galilea, Jerusalén, marzo 2000).

En este contexto y como él mismo dice en la carta, el Papa todavía no ha podido realizar su sueño de visitar Damasco (Siria) y Atenas (Grecia), tras las huellas de san Pablo.