MADRID, 19 nov (ZENIT.org).- Con un llamamiento a recuperar los valores fundamentales que deben orientar a la educación integral de la persona, el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, intervino esta mañana en la jornada conclusiva del II Congreso «Católicos y vida pública».
La homilía del purpurado pronunciada durante la eucaristía, que se celebró en la capilla del Colegio Mayor San Pablo, sede del Congreso, y retransmitida por «La 2», canal de la televisión pública española, se centró precisamente en el lema del Congreso: «Educar para una nueva sociedad».
El cardenal Rouco, quien es también presidente de la Conferencia Episcopal Española, explicó que «la educación debe tener claro su punto de partida y hacia dónde ser va». «La aportación de los católicos tiene que tender más hacia lo que el hombre es y hacia dónde va que al mero conocimiento y manejo de los instrumentos técnicos y psicológicos que están a nuestra disposición».
«La educación –señaló el arzobispo de la capital española– debe servir para que el hombre pueda resucitar y para que, con la contribución de su vida, también lo pueda hacer la Humanidad».
Retos de la educación cristiana
Llegado a este punto, el cardenal Rouco dejó claro que «una educación cristiana está para asumir la responsabilidad de la vida, sabiendo que el don de la libertad hay que utilizarlo respondiendo a quien nos lo ha concedido, el Señor de la Historia».
Una responsabilidad, la de educar, que conlleva «un camino, un debate, no sólo cultural, sino también espiritual y existencial». Y que comporta «la claridad de la fe, que completa, eleva y da profundidad y verdad a la razón».
Para llegar a ello, el cardenal mostró la figura imprescindible de Jesús: «La educación necesita de la incorporación al Cristo que ha ofrecido el sacrificio de su vida».
Por último, el arzobispo de Madrid pidió a los católicos que participan en la vida pública, y muy especialmente en la educación, que indiquen «a dónde hay que encaminarse y por dónde hay que encaminar».
Tras la eucaristía, tuvo lugar la conferencia de clausura del Congreso, «La formación humanista entre dos siglos», pronunciada por el ex ministro de Educación, Juan Antonio Ortega y Díaz Ambrona.
Durante estos tres días de debates, mesas redondas y conferencias, líderes intelectuales de España han reflexionado sobre los fundamentos de la educación. Ha quedado claro que el compromiso de los católicos en este sector es sin duda uno de los servicios más importantes que los creyentes han ofrecido y deben seguir ofreciendo a la sociedad española.