Proceden de las provincias franciscanas de Trento (Italia), Polonia, R. D. del Congo, Honduras, Taiwán y Chile.
Según informa la agencia misionera de la Santa Sede, Fides, los frailes están haciendo que el sueño de san Francisco de Asís, que siempre quiso visitar este país, siga haciéndose realidad.
Y es que la presencia franciscana estaba disminuyendo. La Iglesia de Marruecos sólo cuenta con 25.000 fieles, en una población de cerca de 28 millones de habitantes. La falta de vocaciones locales y el envejecimiento del clero hacen que el testimonio sea más difícil de transmitir en una sociedad casi completamente islámica.
Para relanzar la presencia franciscana en Marruecos, explica Fides, el superior general de los Franciscanos, el padre Giacomo Bini, había hecho un llamamiento a los franciscanos del mundo para pedirles que se ofrezcan como misioneros en apoyo de su comunidad en el país, que sólo contaba con 25 miembros.
Los misioneros franciscanos trabajarán en parroquias y pequeñas comunidades de extranjeros, y ofrecerán asistencia a las comunidades religiosas y a los estudiantes extranjeros del África subsahariana. Asimismo, emprenderán actividades de diálogo y testimonio con la población local musulmana. En concreto, se piensa ya en su servicio en bibliotecas y centros de estudio, escuelas, iniciativas de carácter social (sanitarias y educativas), etc.