La tarde anterior, el arzobispo izó la bandera eucarística y concelebró la Misa en la Iglesia de San Javier, en Uppalam. Cientos de representantes de todas las parroquias de la diócesis asistieron al Congreso.
En su homilía, el arzobispo dijo: «Lo que necesitamos, desde el obispo a los fieles es firmeza, riqueza y fuerza en nuestra fe, y moralidad en nuestra vida. Solamente entonces podremos ser conscientes de la grandeza de ser cristianos. Nuestra grandeza descansa en el servicio unido al amor. Tenemos que ayudar a crear igualdad y eliminar la pobreza. Tenemos que luchar para eliminar el mal y establecer la equidad».