LA HABANA, 24 nov (ZENIT.org)- La arquidiócesis de la capital cubana se encuentra en efervescencia dando los últimos retoques a la preparación del Congreso Eucarístico que reunirá a líderes católicos de la isla caribeña y del extranjero.
Al presentar el miércoles pasado a la prensa esta iniciativa, el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, que «La Iglesia no es una institución que recuerda a un fundador, sino la prolongación en la historia de Cristo vivo y presente en medio de los hombres. Esa es la razón por la que celebramos un Congreso Eucarístico».
El acontecimiento tendrá lugar entre el 8 y el 10 de diciembre próximos. No será un Congreso de carácter nacional, aclaró el purpurado cubano, «por razones prácticas», pero «también se asociarán de alguna manera los obispos y los fieles de otras diócesis» y este «será el acto central en este año santo jubilar de homenaje a Jesucristo».
Con este motivo la Iglesia en La Habana prepara un Simposio Eucarístico para los días 5, 6 y 7 de diciembre, víspera de la fiesta de la Inmaculada Concepción y del inicio del Congreso, al que se espera asistan unos 160 representantes de todas las diócesis de Cuba y conferencistas cubanos y extranjeros.
Entre los conferencistas extranjeros invitados al Simposio están el cardenal Bernard Law, arzobispo de Boston, quien dictará la conferencia inaugural con el tema «Jesús, Pan de Vida para un mundo nuevo»; se espera también la presencia de monseñor Carlos Aguiar, secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y obispo de Texcoco (México); monseñor José L. Lacunza, de Panamá y monseñor Francisco Arnáiz, de República Dominicana.
Durante el Congreso Eucarístico de La Habana unos 1 500 niños harán la primera comunión la mañana del 9 de diciembre, en una misa pública. Esa noche, se espera estén presentes en La Habana cientos de jóvenes de las once diócesis, que celebrarán una velada eucarística en la catedral habanera con el predicador mexicano José Prado.
La misa de clausura del Congreso está prevista para el domingo 10 de diciembre a las 4: 00 p.m. hora local, y a ella asistirán otros arzobispos y obispos cubanos.
El último Congreso Eucarístico Nacional se celebró en Cuba en 1947, ocasión en que los participantes escucharon un mensaje grabado del Papa Pío XII.
Durante la rueda de prensa el cardenal Ortega se refirió a su próxima visita a El Salvador, del 25 al 27 de noviembre, como enviado especial del Santo Padre al Congreso Eucarístico Nacional del país centroamericano.
A raíz de la agitación promovida desde los medios oficiales en Cuba en relación con la detención en Panamá –mientras se celebraba la pasada Cumbre de Jefes de Estado de Iberoamérica– de un conocido opositor de la revolución cubana, acusado de cometer actos terroristas y de intentar eliminar físicamente a Fidel Castro, y sobre quien el Gobierno de la Isla ha impuesto una demanda de extradición, el cardenal Ortega expresó que el asunto «debe seguir el curso legal, según las leyes y acuerdos entre países».
Las autoridades de Cuba vinculan al detenido, Luis Posada Carriles, con actos terroristas realizados en varios hoteles y centros turísticos de La Habana, ejecutados por ciudadanos de El Salvador y Guatemala. Un turista italiano murió víctima de estos actos. Poco después dos ciudadanos salvadoreños fueron detenidos, procesados y sentenciados a muerte. Ahora la sanción debe ser ratificada antes por el Consejo de Estado cubano.
Sobre este caso, el cardenal Ortega expresó que, en su momento, ya había intercedido ante las autoridades pidiendo se conmutara la pena de muerte, de lo cual estaba al tanto el arzobispo de San Salvador.
«Yo escribí una carta al presidente Fidel Castro intercediendo por estos dos condenados a muerte, expresándole mi convicción cristiana, propia de la Iglesia, de que no era la muerte la solución de estos problemas. Estos prisioneros son visitados cada mes en la cárcel por un sacerdote», añadió el cardenal cubano, como resultado de una solicitud de asistencia espiritual.
Al pedirle un periodista español su opinión sobre el terrorismo, el cardenal arzobispo de La Habana consideró que es «intolerable».
«Si la pena de muerte sensibiliza tanto a los hombres de hoy –respondió– y cada vez más las sociedades comprenden que debe ser abolida, el terrorismo es un escándalo social que no debe aceptarse bajo ninguna condición».
El cardenal Jaime Ortega llegará a El Salvador el próximo viernes 24 de noviembre y tiene previsto regresar a Cuba el lunes 27, para dedicarse a los últimos detalles del Congreso Eucarístico de La Habana.