PARIS, 30 nov (ZENIT.org).- La Asamblea Nacional francesa ha dado luz verde hoy a la ampliación de 10 a 12 semanas del plazo legal para practicar el aborto y aprobado la posibilidad de que las menores puedan abortar sin permiso paterno.
La reforma ha sido adoptada con los votos a favor de la izquierda y el firme rechazo de la oposición del centro-derecha, al término de un controvertido debate.
La aprobación de esta reforma de la Ley que legalizó el aborto en Francia hace 25 años, se produce tres días después de que el primer ministro francés, Lionel Jospin, anunciara su intención de dar luz verde a la investigación con embriones.
El presidente del Movimiento por Francia, Philippe de Villiers, ha asegurado que el proyecto de reforma de la ley del aborto es inconstitucional y ha denunciado durante el debate parlamentario que supone la negación del «primero de los derechos humanos, el derecho a nacer».
Según De Villiers, la reforma de la ley del aborto y el anteproyecto de ley sobre bioética conducirán a «reconocer sólo tres tipos de seres humanos: los que tiene derecho a vivir», «los que no tienen derecho a vivir porque son discapacitados» y «los que están destinados a morir en investigaciones científicas».
El Gobierno de coalición de izquierdas ha contado con el apoyo de los diputados socialistas, comunistas, verdes y radicales de izquierdas para sacar adelante el texto sobre la prolongación del plazo legal de aborto.
La votación definitiva de todo el proyecto de reforma de la ley del aborto tendrá lugar el próximo día 5 en la cámara de diputados.
La reforma de la ley del aborto ha sido elaborada principalmente por la ex ministra de Empleo y Asuntos Sociales, la socialista Martine Aubry, hija de Jacques Delors, ex presidente de la Comisión Europea.
Esterilización como método anticonceptivo
Entre las enmiendas aprobadas figura además la legalización de la esterilización voluntaria como método anticonceptivo, a condición de que lo pida una persona adulta, sea practicada en un centro sanitario y transcurran dos meses de plazo desde que se solicita la intervención hasta que se practica. Hasta ahora, según la legislación francesa, toda intervención de las capacidades reproductivas de una persona era ilegal, a no ser que estuviera justificada por una necesidad terapéutica.
