JERUSALÉN, 18 dic 2000 (ZENIT.org).- «Volved a Tierra Santa». Este es el llamamiento que hacen los patriarcas de Jerusalén en vísperas de la Navidad del año 2000.
En un mensaje conjunto, los líderes cristianos reconocen que es difícil en estos momentos viajar a Tierra Santa, ahora bien, consideran que la presencia de los peregrinos «traerá una nueva luz al conflicto entre las dos partas y será un aliento para todos».
El llamamiento, que lleva las firmas del patriarca latino, Michel Sabbah, del greco-ortodoxo Diodoros I y del armenio-ortodoxo Torkom II, y de otros líderes cristianos, está acompañado por un compromiso: la comunidad cristiana local continuará con su presencia en los lugares santos anunciando la paz y el perdón.
Desde hace más de dos meses el flujo de peregrinos a Tierra Santa se ha bloqueado totalmente. Un signo de esperanza ha sido la peregrinación de los obispos africano de Benin: un grupo de quince personas, acompañadas por su compatriota, el cardenal Bernardin Gantin, decano del Colegio cardenalicio.
Las únicas dificultades que han experimentado los peregrinos africanos fueron en el acceso a Belén. Ahora bien, los prelados vivieron un momento conmovedor en el Monte de los Olivos, donde, en la Basílica del Pater, colocaron nuevos recuadros en cerámica en el que está escrito el Padrenuestro en los idiomas africanos mina, ditamari y bariba.
En el documento, un mensaje que ya se está convirtiendo en tradicional y en un momento de diálogo ecuménico, los patriarcas cristianos de Jerusalén y otros líderes religiosos subrayan que «nuestro pueblo no podrá gozar de las tradicionales celebraciones navideñas este año» a causa de las violencias e inseguridad.
En días pasados, las autoridades políticas israelíes habían amenazado con cerrar los accesos a Belén, lo que imposibilitaría totalmente las celebraciones navideñas cerca de la Basílica de la Natividad. Por su parte, el guardián de Tierra Santa, el padre Giovanni Battistelli, ha negado la transmisión televisiva en directo desde Nazaret de la misa de Navidad al canal de televisión público israelí.
«Somos conscientes –dice el Mensaje de todos los líderes cristianos de Jerusalén– que nuestro pueblo no podrá gozar de las tradicionales celebraciones navideñas este año. Pero pedimos a todos que no pierdan de vista este acontecimiento, acaecido en Belén hace 2000 años».
El Mensaje exhorta asimismo a todos los cristianos de Tierra Santa y del mundo a colaborar con la llegada de la paz. «Nosotros hemos oído y aceptado el evangelio de la paz de Cristo y somos testigos y embajadores a quienes se les ha encomendado un mensaje de reconciliación».
Tras meses de conflicto, los pastores invitan a rezar en esta Navidad «por los que han muerto, por los familiares de los difuntos, por los que están afligidos y heridos».